lunes, 30 de julio de 2018

ツレがうつになりまして - DOMINGO DE CINE (14)

PELICULA ツレがうつになりまして
PAÍS  Japón
TÍTULO EN INGLÉS MY SO HAS GOT DEPRESSION
AÑO 2011     DURACIÓN 121 minutos.
DIRECTOR   Sasabe Kiyoshi  佐々部清
ACTORES Miyazaki Aoi 宮﨑あおい, Sakai Masato 堺雅人.
SINOPSIS  Mikio (Sakai Masato) es un hombre casado, es obsesivo, ordenado, silencioso, trabaja como salaryman en una empresa de seguros, mostrando el estrés "extra" que crea empresas japonesas a sus trabajadores por su sistema jerarquico, de culpas y desprecios. Progresivamenten Mikio cambia, comienza a tener desganas y ansiedad, le diagnostican depresión. Desde ese momento su esposa Haruko (Miyazaki Aoi) empieza a tratar de entender la enfermedad que le aqueja a su marido. Han estado casados por 5 años y mientras su esposo trabaja en una empresa Haruko dibuja comics pero sin mucho éxito comercial, por lo que el grueso del dinero provienede Mikio, siendo así que su esposo es el sostén principal del hogar, pero el agobio y la inestabilidad psicológica hace que Mikio renuncie y ella comience a culparse por no darse cuenta de ningún signo previo y piense creativamente para generar economía. Después de que Mikio deja su trabajo, su condición mejora, pero la dinámica de su relación cambia, y a todo lo largo del filme vemos cómo la depresión se presenta como un gran tabú en el país del Sol Naciente.

PENSAR LA PELÍCULA Hay cientos de películas que giran alrededor del problema de la depresión, presentándolas a veces de una maneras tragicomedia como en los films: Los Tenenbaums, 2001, Wen Anderson, Pequeña miss Sunshine, 2006, Jonathan Dayton y Valerié Faris, Una historia casi divertida, 2010, Anna Boden y Ryan Fleck, ésta película japonesa sigue estas líneas, pero mostrando a su vez cómo ésta particular enfermedad es vista en ésta sociedad donde el decaimiento, la melancolía, la tristeza, son asociadas como debilidad del espíritu y no como enfermedad, de ahí el constante がんばって, (Ganbate) que es el esforzarse hasta el máximo para lograr así aparecer frente a los demas como alguien que tiene voluntad, genio, agallas, tesón, de ahí la expresión 根性がある (Konyoo ga aru) que implica el buen espíritu de las personas y que tanto las empresas, relaciones amorosas y sociales buscan que posean sus miembros; pero algo que trata de enseñar la película es que esta presión de la cultura japonesa de esforzase hasta el máximo es uno de los generadores de depresión que afectan a los habitantes de la isla, bien lo descubre Haruko cuando aprende que lo que menos hay que decirle a un deprimido es precisamente "ganbate", o si lo vemos dentro de la òptica Occidental, lo menos que habría que darle a un deprimido son formulas de autoayuda, de positivismos pendejos, o buscarle un coaching individual o, regalarle una fiesta o viajes, como vemos en las películas y a veces en la vida misma con amigos y familiares. Lo que debería ser una persona frente a un deprimido es algo muy difícil: oírlo. Al deprimido hay que escucharlo con atención lo que siente y realizar empatía con sus sufrimientos sin enjuiciarlos ni aupar posibles soluciones, este es un proceso complejo y que requiere tiempo, precisamente estos dos conceptos (complejo y tiempo) en el mundo actual, se tratan de simplificarse con experiencias expurias y monetizar las horas a conveniencia de los egos. Esta situación encumbra tanto en Oriente como en Occidente porque vivimos en sociedades imbuídas en "razonamientos" para seguir adelante, para continuar, para lograr éxitos, triunfos, logros, sin percatarnos de que estas sociedades en la mayoría de sus núcleos discursivos están enfermas. Japón en particular trata de invisibilizar el problema, la depresión se divide, se diversifica en palabras extrañas como "hikikomori" o en una "simple" estadística de suicidio. Una parte de la juventud japonesas está abrazada a un palabra que para los lectores Occidentales despierta exotismo: "hikikomori", como si fuera una curiosa enfermedad que sólo afectara a los japoneses, cuando en el fondo presentan todos los sintomas depresión. Esta depresión juvenil además está inducida y amplificada por la misma sociedad, presentándola como una acidia, aquel mal que aquejaba a los monasterios desde el siglo XII y que Dante los manda a habitar el quinto círculo del infierno, pero como la acidia de los tiempos medievales se fue suavisando con el tiempo tomando conceptos como fastidio y pereza, con éste último se acuña como pecado capital, así desapareció la acidia en el lenguaje cotidiano del español, y que implicaba originalmente un embotamiento del espíritu que no permitía una comunicación con Dios, terminado en la actualidad como un sinónimo de aburrimiento, como hoy puede sufrir alguien por algunas horas al no tener Internet, así los hikikomori "no" tienen depresión para una gran parte de la sociedad japonesa, en el fondo es un fastidio por no querer ser agentes sociales o vivir en un hogar que los consienten, al final lo que muestra es que estos jóvenes no muestran su konyoo, que no logran las expectativas que le dan sus padres y la sociedad. Un hikikomori es un adolescente deprimido como en la película Una historia casi divertida, y tienen cosas en común como aquella escena de la película que muestra las concatenaciones del pensamiento del depresivo, piensa el protagonista de esta película, que si no asiste a una escuela especial no podrá ir a una buena universidad, ni tendrá un buen trabajo, ni familia y así su mundo de hunde, se deprime por una situación particular hipotética, igual les ocurre a los jóvenes en Japón, una vez oí de una exhikikomori que su "aislamiento" o depresión comenzó al empezar la secundaria, el primer día de clases, el director que les daba la bienvenida, lo único que le dijo es que le quedaban cinco años para preparar los exámenes de ingreso a la universidad, esas fueron sus palabras de bienvenida, ella ingresaba a lo que debía ser unos años de aprendizajes, experiencias, crecimiento... nada, todo esos años era para preparar unos exámenes que clasifican en cuál estatus viviras en Japón, así que todos esos años los jóvenes pasan todas las horas estudiando para presentar exámenes, bien en la escuela o los (Yuku) que son academias privadas que dan clases personalizadas por largos períodos con el único fin de aprobar un examen, siendo uno de los mejores negocios  que se puede instaurar en el archipiélago. La depresión de los hikikomori se suma la depresión como enfermedad y que se sintomatiza con la pérdida del trabajo, familias, konyoo, pero en lugar de ver estos procesos como consecuencia de una depresión, se pasa a la estadística suicidio, de sin techos, de vagos, no atrapando así el problema sino desgastándolo con el tiempo. La depresión como enfermedad sigue sin estadisticas exactas. Otro problema para añadir es lo mal visto en Japón que una persona vaya a consultas con un psiquiatra, es sencillamente un tabú porque muestra debilidad, y en una sociedad que posee hilos de un darwinismo social en sus estructuras, al final es preferible suicidarse o desaparecer que aceptar la condición de enfermo como podemos apreciar en decenas de peliculas japonesas como Tokyo Sonata, 2008, Kurosawa Kiyoshi. A diferencia de Occidente donde la melancolía, el término que los griegos usaban para la depresión, posee una historia que pendula entre la locura y la genialidad, en Japón la depresión posee una historia confusa, así como el kanji que se usa para indicar la enfermedad. Este kanji es uno de lo más complejo, con sus 29 trazos se ubica como el kanji que usa la mayor combinación de líneas en un diccionario japonés estándar de kanji, por lo que es complicado deducir, a partir de su origen pictorico sus significados: (Utsu); pero en principio, en los trazos inferiores, hace referencia a unos efluvios provenientes de un compuesto de vino y curcuma que no pueden salir por estar sellada su salida, y este sello en su parte superior es dado por un bosque. Me parece que la depresión se asociaba en los orígenes de los pictogramas chinos, con una persona que acumulaba desespero, tristezas, alegrías, emociones en general, pero que no podían expresarlo por estar en el medio de un bosque, separado, deambulando, sin familia ni amigos. Eso es lo que me imagino con el kanji, aunque es raro verlo, lo común es ver en los libro la palabra  うつびょう 鬱病  para indicar a alguien con depresión o quizás alguien que no puede comentar sus perdidas, dolores o ideas por estar perdido por el bosque de la vida, quizás por eso ir a un bosque a suicidarse sea la alegoría más completa de la depresión siendo por lo tanto el bosque de Aokigahara la síntesis de un kanji que nadie quiere usar.

TRAILER
  
     

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