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Nishida Kitaro |
Una amiga de Mi Amiga Japonesa de origen holandés que habla siete idiomas me preguntó por qué estudié filosofía. Respondí lo de siempre: para aprender a pensar ya que en algún momento de mi vida supe que pensaba muy mal. Ella se ríe y me preguntó: ¿ahora piensas bien? Respondo: no lo sé. Me empieza a preguntar sobre filosofía, pero no hay nada más caótico que dialogar sobre filosofía con una lega políglota, donde sus conceptos y conocimiento de la historia del pensamiento se han alojado en su memoria de forma desordenada. Todo al final se transforma en opiniones y creencias que se escudan en verdades medianeras. Luego le digo que cuando vine a vivir a Japón, para aumentar tercamente las estadísticas de la migración de Venezuela y para recorrer lugares exóticos en el país del Sol Naciente, había un espacio en Kioto que me obligué a ir porque me llamaba mucho la atención; poseía el rimbombante nombre: El camino del filósofo. Al llegar a Japón busqué información sobre él hallando decenas páginas en la Web como esta. Un día me armé con mi cámara fotográfica, coloqué cinco mil yenes en la cartera y me fui a pasear. Luego de seis años viviendo en Japón vuelvo a pasear por este camino y lo que en principio me pareció un paseo cualquiera, ahora ha abierto una inquietud filosófica profunda; le comento a la amiga holandesa. En estos años he realizado diversas investigaciones sobre el hombre que por sus pensamientos y costumbres de caminar bautizaron a su recorrido que hacía bordeando una montaña el nombre: El camino del filósofo: Nishida Kitaro「西田 幾多郎」quien en su ir y venir de sus clases se refugiaba en un remanso de paz que en la actualidad, se ha vuelto una atracción turística lleno de cafeterías y con una tienda de ventas de artículos donde sólo aparecen gatos. He preguntado varias veces, a diversas personas académica o con trabajos corrientes, si conocen algo de la vida y obra de Nishida, siempre me dicen que no saben realmente quién fue Nishida Kitaro o qué escribió. ¿Un filósofo verdad? terminó expresando la amiga de Mi Amiga Japonesa que tiene diez años viviendo en Kioto como traductora, y de todas aquellas personas a las que le he preguntado, terminan con una sonrisa que pareciera apaciguar culpas.
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El inicio de algo que no tiene principio |
Estudiar filosofía también es estudiar las personas, sus vidas, sus obras, sus tormentos y alegrías y no contentarnos con frases alegres y productivas. Es cierto que no enseño filosofía en Japón ni estoy rodeado de profesores de filosofía: "gracias a cualquier Dios", por lo que no deben saber ni haber leído a Nishida. Lo que me inquieta es que la mayoría hablan del Camino del filósofo, de las meditaciones que hacía el "filósofo" en ese lugar, de lo bello que debe haber vivido así y de su encuentro con las divinidades, la belleza, etc., he hallado opiniones como: "seguramente sus hallazgos fueron interesante porque promovió lo que se llamarán posteriormente "La escuela filosófica escuela de Kioto", fueron revolucionarios ¿no?"; me comentó alguna vez una alumna que vivía en Kioto y que le gustaba la filosofía; pero ¿cuáles hallazgo? La gente habla y piensa del filósofo con el que homenajearon casi tres kilómetros de camino, como si su vida hubiera sido un guión aprobado por Steven Spielberg. Lo cierto es que no me imagino en Latinoamérica un Camino del filósofo, quizás existan caminos por los que transitaron grandes héroes militares, políticos de turnos, cantantes o deportistas de moda y santos, muchos santos y santeros, con los cuales se nombran esos caminos; pero de filósofos no creo que haya, y me imagino que en muchas partes de Europa tampoco.
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Los gatos abundan en el camino como si algo supieran y no quieren decir |
He realizado este camino varias veces y, unas dos caminatas las he realizado con un libro de Nishida que se considera su principal obra: Indagación del bien「善の研究・ぜんのけんきゅう」 de 1911. En este libro hace grandes esfuerzos por limitar, a partir de infinidad de lecturas filosóficas que abarcan desde Platón, pasando por Kant, Hegel, Descartes hasta terminar en un análisis exhaustivo de los conceptos psicológicos fundamentales en el pensamiento de Wilhelm Wundt. Ideas como: la experiencia pura, la voluntad, la intuición intelectual, el espíritu, son profundamente reflexionadas desde un lugar teorético particular. No sé, a veces me parece un esquema hegeliano, el mismo que usó Hegel para escribir La fenomenología del espíritu; donde se busca describir la experiencia total de la conciencia, aunque podemos pensar que sus motivos son opuestos, su dirección es contraria, porque Hegel busca en su fenomenología el auge en cada etapa de la experiencia hasta el nivel de la etapa siguiente, conceptualmente más articulada, en la perspectiva del desenlace final en el saber absoluto; mientras que para Nishida, es recordarnos la sujeción de todos los aspectos de la conciencia en el punto de partida, en el conflicto originario, simple y aún inarticulado de la "pura experiencia". Esto lo podemos comprobar cuando Nishida escribe: Yo deseaba explicar todas las cosas sobre la base de la experiencia entendida como la única realidad. Al principio, leí a pensadores como Ernst Mach, pero estas lecturas no me satisfacieron. Al pasar el tiempo, llegué a comprender que la experiencia existe no porque haya un individuo, sino que un individuo existe porque existe la experiencia. Así llegué a la idea de que la experiencia es más importante que las diferencias individuales y de esta manera logré evitar todo solipsismo. Luego de leer esto, sentí que mi café se volvió más dulce, había resuelto aquella pregunta adolescente que me planteó un amigo: "si un árbol cae, y nadie lo escucha: ¿existirá el ruido?", y también una perspectiva sobre aquella angustiosa lógica hegeliana de la superación. No superamos nada, seguiremos siendo el mismo acontecer de experiencias que nos determinan. Esto por supuesto, invoca una carga metafísica donde leyendo a Nishida y sus ideas, conjuntamente miraba El Camino del filósofo tratando de hilar sus pensamientos con el fluir del río, de las personas, de los peces y hallar una experiencia pura contemplando los árboles de sakura o las hojas de momiji.
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El paseo: un lugar para mostrar relajamientos |
"La experiencia pura" escribe Nishida es un concepto que busca eliminar la separación que se produjo en Occidente entre: razón / deseo「理性 - りせい・欲求 - よっきゅう」entre conocimiento / pensamiento「知識 - ちしき・思惟 - しい」entre voluntad / afectividad「意志 - いし・感情 - かんじょう」todas estas facultades se vinculan con el sentimiento「心−こころ」que es para Nishida, dentro del régimen de los pensamientos, la base que posibilita cualquier actividad de la conciencia. Además Nishida comprende el sujeto, el ego「自我−じが」como experiencia de una subjetividad de una persona individual「自分−じぶん」por lo que la experiencia pura se remota al Yo original「自己−じこ」previo a todas esas distinciones y, en ese sentido, a cualquier uso predicativo o pre-temático. Es como si Nishida dibujara las problemáticas de Heidegger, quien también fue un caminante por los bosques y deambulador por senderos interrumpidos, desde algunos planos invertidos de la lógica Occidental, o por lo menos a las heredadas desde Platón hasta Hegel. Heidegger quien conoció el taoísmo y el budismo a través de sus alumnos orientales que tuvo, y quienes le explicaron algunos conceptos budistas y taoista que siempre fascinaron al alemán, bebió seguramente de las fuentes Orientales y seguramente de Nishida. Se sabe que Heidegger recibió un libro de ensayos de Suzuki Daisetsu「鈴木 大拙」en 1927 de su alumno japonés Nishitani Keiji「西谷 啓治」así como asistió a alguna lecciones que impartió Tanabe Hajime「田辺 元」quien fue invitado por Husserl para que presentara la filosofía de Nishida en Occidente. Heidegger vio en el dibujo del camino la perfecta metáfora del pensamiento Occidental. También sabemos que Heidegger trató, junto a Paul Shih-yi Hsiao, traducir algunos capítulos directos del libro: Tao te king a mediados de los años cuarenta del siglo pasado. Heidegger hace referencia a la palabra Lao Tse: Tao, que significa camino y que para el pensador alemán implicaba una serie de enigmas. "El camino", comentó Heidegger, oculta el misterio de todos los misterios del Decir pensante, en otras palabras, el camino no debe entenderse como el sendero habitual que conduce de un lugar a otro, es el arché「αρχέ」del existir de la Palabra, porque es en el Hablar en tanto que Decir, donde se despliega algo así como un camino. Este camino no tiene un punto de partida y objetivo final, no conduce a nada, porque estamos siempre en búsqueda, en camino. El camino es el movimiento del pensar que escucha el Habla, porque en el Habla en tanto que silencio, es posible escuchar lo fundamente, el Decir. ¿Heidegger habrá escuchado de aquel camino del filósofo Nishida que probablemente Decía en un Hablar silencioso?
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Martin Heidegger en el camino del Decir |
El camino ramificado en sendas vecinales y sendas que se pierden en el bosque es para Heidegger un esbozo del pensar Occidental. En 1929 Heidegger ofreció la disertación ¿Qué es la metafísica? "Was ist Metaphysik" Un ensayo que versa sobre la Nada; intentando mostrar que el Ser, a diferencia de todo ente, no es un ente y que, en este sentido, es Nada. La filosofía alemana y también la extranjera tildaro a este discurso de nihilismo. Al año siguiente esta conferencia fue traducida al japonés, y los alumnos japoneses explicaron en diversas cartas lo que opinaban de la disertación, por lo que, luego de leer los comentarios, Heidegger dijo que Europa lo tildó de nihilismo y de hostilidad hacia la "lógica", pero que en el Extremo Oriente encontraron en él, en su reflexión sobre "Nada", una idea correctamente entendida para la palabra para el Ser. El Ser ha sido un dolor de cabeza para el pensamiento Occidental, ya Aristóteles avistó que el Ser tiene una extensión ilimitada y una intensión nula, es decir, se refiere a todo pero que no tiene significado alguno. El pensamiento Oriental no lleva esta senda, de esto se percató Heidegger, y por supuesto los filósofos japoneses que lo leían, por lo que quizás sea en la lengua nipona donde haya la mayor cantidad de traducciones del autor de Ser y Tiempo. Ante la pregunta ¿por qué hay Ser en lugar de Nada? que ha llevado muchos escritos y reflexiones, los orientales se miran y no responde, porque si bien para el occidental este tipo de pregunta implica que todo cuestionamiento tiene como condición nombrar el Ser; convirtiéndose que es base del sentido común Occidental; en Oriente no necesariamente es así. El pensamiento de Nishida y la escuela filosófica de Kioto se mueve dentro de pensamientos que se desenvuelven desde la noción polivalente del Vacío「空・くう」y su senda vecina: la Nada.「無・む」El pensamiento filosófico japonés no ve la Nada como oposición al Ser, sino el "sí mismo" verdadero que es articulado conceptualmente desde una herencia budista de interdependencia infinita que a su vez, hace presente el absoluto con todos sus procesos y contradicciones. Así también la vacuidad y la nada japonesa no es la forma negativa de la filosofía Occidental en oposición al Ser, esta nada "nihilista" la traducen como「虚無・きょむ」y marca otro discurso que no está inscrito en el pensamiento de Nishida.
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ハイデガー 存在と時間 |
El lejano Oriente es otro mundo porque parte de otra estructura metafísica, de una lógica donde no es el Ser lo absoluto sino la Nada, donde el camino no tiene un fin, sino que es la patencia de la Nada en las experiencias de las personas. En mi última visita al Camino del filósofo llevé conmigo un libro de ensayos de Nishida, cuyo uno de sus capítulos se titula: La lógica del lugar de la nada y la cosmovisión religiosa, luego de leer llego a una pequeña conclusión, mientras bebo un café y observo a los turistas haciéndose fotos por el camino: la conclusión refiere al espacio. El espacio como una noción diversa de Occidente, de las relaciones con el entorno; Nishida divide el espacio en tres lugares: el lugar del ser「有の場所」en el que se encuentra la simple actividad de las cosas naturaleza; el lugar de la nada relativa「対立的無の場所」en cuyo nivel se produce el acto de conciencia y el lugar de la nada absoluta「絶対無の場所」en cuyo plano se despliega la voluntad verdaderamente libre en el seno de lo que Nishida llama el mundo inteligible. En definitiva la filosofía en Japón no es eidética, sino topológica, quizá ahora pueda pensar mejor el lugar de la nada relativa en que estoy y que algunos llaman: el camino del filósofo.
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