La segunda página llega con diciembre, mes de los excesos, de los extremos, todo el mundo llora o todo el mundo ríe, hasta en Japón. Hay cientos de cuentos de Navidad, de esperanzas, de glorias, raramente hay cuentos de filosóficos sobre la Navidad o con la Navidad. Escribir un cuento de Navidad, sin resultados morales o éticos, sin connotaciones políticas, sin recuerdos tristes o alegres que nos permitan una gnoseología, sencillamente es pensar la Navidad fuera de época, fuera de las emociones, vivir la Navidad sin ella, no estar con ella, así de sencillo. Alienarme hasta no reconocer nada. Trato de escribir un cuento de Navidad usando la palabra Navidad pero pierdo todos sus sentidos y al final no tengo regalos.
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