jueves, 31 de diciembre de 2015

LA HISTORIA DE UN JAPONÉS Y SUS FANTASMAS: MIZUKI SHIGERU


En mi primer año en Japón, 2009, llegué con un aire de querer conocer mas lo conocido, así que veía películas de Kurosawa Akira y Oshima Nagisa a la vez trataba de leer libros de Mishima Yukio o Murakami Haruki en japonés; la fustración fue total. Soy terco frente a lo gnoseológico, condición que me ha permitido sobrevivir, así que he seguido tratando de aprender a leer este idiomas mas que hablarlo, quizás porque solo oigo en monocromáticos, con esta terquedad me iba a las librerías para desprenderme de mis incapacidades. Fue en una librería enorme, de ocho pisos, computarizada en Tokyo, donde me perdí por estanterías llenos de kanji, buscaba un estante especializado en obras sobre Hitler, no porque sienta un particular morbo hacia los nazis, sino que según la guía de la librería allí encontraría el libro que buscaba de Mishima:「わが友ヒットラー」Mi amigo Hitler, una obra de teatro corta de 1968, donde Adolf Hitler exclama discursos a su pueblo mientras Gustav Krupp, Gregor Strasser y Ernst Röhm, intervienen entre bambalinas sus propias ideas de cómo construir el Tercer Reich, ideas peregrinas ya que la obra se enmarca en el 30 de junio de 1934, inicio de "La noche de los cuchillos largos" donde morirán Strasser y Röhm. Mi idea era tratar de leer esta obra corta que no está traducida al español, me llevó dos años traducirla, seguramente mal, pero mientras ojeaba el libro de Mishima en esa estantería, abajo había una gran cantidad de mangas dedicada a Hitler. Reconocí la obra de Tezuka Osamu「アドルフに告ぐ」El informe Hitler, una maga donde japoneses alemanes y judíos se entrelanza en la búsqueda de un secreto: que el abuelo de Hitler era judío, eran cuatro tomos, y los compré, a su lado había otro libro dedicado a Hitler:「劇化ヒットラー」que podría traducirlo como el Drama gráfico de Hitler publicado en 1971, el dinero me alcanzaba así que también lo adquirí. Esa tarde salí con los libros de Mishima, Tezuka y mi nuevo amigo Mizuki Shigeru y había invertido cerca de cinco mil yenes.
Hitler, libro gráfico de Mizuki
Con el tiempo leí el libro de Mizuki, pude entretenerme con una obra diáfana que narraba la vida de Hitler con dibujos de trazos particulares, con un gran trabajo en los rostros de los protagonistas, llegando a introducirle matices psicológicos complejos a través de trazos particulares para el desenvolvimiento creíble de los personajes, además la obra de Mizuki añade una información en su drama que generalmente pasan por alto muchos estudios, lo que implicaba una investigación minuciosa de la vida Hitler. También Mizuki perfiló personajes menores, olvidados en el gran drama hitleriano como el marchante Hanish, que vendía los cuadros de Hitler mientras éste trataba de ser un pinto afamado en Viena del principios del siglo pasado, también sobre su compañero de cuarto el músico August Kubizek, obviamente Mizuki dibuja a grandes figuras de la época, con una maestría oculta, en fin, todos lo que interactuaron de alguna manera con Hitler en su juventud y proceso de ser el Führer (me hubiera gustado que Mizuki dibujara el encuentro de Hitler con Kafka como lo insinúa Piglia en su novela Respiración Artificial, pero es mucho pedir al azar). En mi estada en el país del ramen y shōchū, me enteraba de la obra de Mizuki mayoritariamente de forma accidental, ¿quién era Mizuki Shigeru para la cultura de manga en Japón? era una pregunta que me llevaría unos cuatro años contestarla a fuerza de información y compra de mangas accidentales, como la que ocurrió durante el 2010; viendo algunos días las series de la televisión estatal NHK que transmiten los mediodías y que me entretenía mientras almorzaba solo en el apartamento, me percaté que la telenovela de ese año se llamaba:「ゲゲゲの女房」algo así como: La mujer de Ge-ge-ge. No podía entender el sentido del título, vi varios capítulos que narraban la vida de un "mangaka"「漫画家」o caricaturista, su trabajo obsesivo, su vida familiar y las peripecias de su esposa para mantener una armonía siempre en un hilo. La particularidad del protagonista principal era que le faltaba un brazo, se había casado por arreglo entre familias, por lo que no hubo una historia de amor, sino un contrato donde la esposa se convirtió en algo así como una persona que lo cuidaba y protegía. La serie ambientada durante los años sesenta y setenta, muestra un machismo a veces insoportable, tal es así que me acuerdo que la dejé de ver porque al tener el segundo hijo la esposa se acerca al "mangaka", le pregunta qué nombre tendrá la niña y él se lo da, nunca hablaron sobre el nombre, ella preguntó y el contestó sin titubear, ella nunca tomaba decisiones, ni siquiera sobre los nombres de sus hijas, siempre él, lo que hace todo el día ella lavara, mantuviera las formas de perfecta esposa y madre y cocinara para él y sus invitados. Si bien la serie muestra constantemente la entrega del artista, las dificultades económicas, las personas que quieren aprovecharse de las situaciones, el ascenso y éxito de los productos elaborado por el caricaturista, su familia parecía muebles, accesorios donde una esposa es una mera puerta que divide lo privado de lo público. En sí la serie no me atrapó, así que tampoco profundicé si era una serie de ficción o tomada de la realidad misma o por lo menos alguna de sus partes.
Alguno de los personajes de Mizuki como el Hombre Rata y Kitaro
Mizuki era un dibujante algo desconocido hasta que en el 2012 traje de España unos libros y entre ellos uno titulado: Mizuki Shigeru autobiografía cuyo original es「水木しげる伝」Era una caja donde me había traído varios libros de manga, casi todos de uno de mis "mangaka" favorito: Guy Delisle, pero cuando abrí la caja me percaté de este libro, que estaba en oferta en ese momento, además de que me llamó la atención su portada, lo cierto es que no me di cuenta que era apenas uno de los volúmenes de la autobiografía de Mizuki, el número cinco de un total de seis. Así que dejé el libro en una pila que siempre me espera para cuando tenga un tiempo libre. Al venir a vivir a Kagoshima en el 2014, se amplió una puerta de ocio que me permitió buscar los cinco libros que me faltaban y así, a finales del 2014, pude leer toda la autobiografía gráfica de Mizuki Shigeru y descubrir una vida donde el destino y la voluntad se tejen con papel y tinta.
Mizuki oyendo de niño historias de monstruos de su nana
Según su autobiografía, volumen uno, Mizuki Shigeru nació en Osaka, en la población de Kohama el 8 de marzo de 1922 con el nombre de Mura Shigeru.「武良 茂」criándose en Sakaiminato en la provincia de Tottori. De pequeño se le conoció con el mote del tragón porque era capaz de comer de todo. Tuvo una nana, una mujer mayor que lo cuidaba: Nonnonba y quien lo introdujo al mundo de lo fantástico, de lo sobrenatural, del mundo de los espíritus que en Japón posee una fuente raíz que se introduce en los orígenes del sintoísmo donde existe el yomi「黄泉」una especie de purgatorio donde sus habitantes, sin distinción de privilegios, viven y cuyas puertas son protegidas por demonios, oni「鬼」De este mundo sobrenatural ya inscrita en las creencias shintoístas y por medio de diversos escritos folclóricos se fue conformando el mundo de los bakemono「化け物」y que  podemos entender como seres que poseen la capacidad de transformase a voluntad. En el libro de Abe Kazue: Iniciación al mundo espectral「阿部 主計・妖怪学入門」el autor distingue los distintos bakemono de la cultura japonesa: yurei「幽霊」o almas en penas,  yokai「妖怪」seres con habilidades sobrenaturales, entendiendo el concepto de seres como cualquier cosa con posibilidad de existir y no referido únicamente a lo seres vivientes, es así que un grano puede transformarse en un ser viviente; y los hengei「変形」que son los animales que poseen la capacidad de transformación a voluntad como los zorros y los tanukis; la característica principal de todos estos seres es que no siguen las reglas de la naturaleza, están proscritos pero existen, así que se presentan a todos aquellos seres que violan una norma, se presentan como advertencia o como ejecutores de justicia. Lo espectral, lo sobrenatural, siempre a tenido un balance con lo religioso y no es menos en Japón, así el shintoísmo abre las puertas a los espectros y su desenvolvimientos dentro de los diversos aparatos culturales como la música, el teatro, la literatura; procesos culturales donde lo fantasmagórico en un consecuencia de los actos anormales de la personas que los cometían, es decir, lo fantasmas se aparece a las personas que no guardan un comportamiento correcto socialmente porque han matado o han hecho acto de lesa humanidad, siendo los espectro los últimos ejecutante de una justicia que abarca lo natural desde lo sobrenatural. Si bien esa ha sido la tradición y el sentido de los bakemono en la cultura japonesa, es obvio que durante el siglo XX hubo cambios, movimientos culturales que vio Mizuki Shigeru, por lo que esta estela de monstruos y formas no humanas no se quedó únicamente como formas moralizantes, sino que comenzaron a aparecer por azar, por la mala fortuna, por estar en parajes desiertos, los monstruos y lo sobrenatural del siglo XX en Japón nace con el terror que se produjo por las hambrunas, por las guerras, por los abusos psicológicos, por la bomba atómica, por la entrada de cultura y fuerza americas que azotaron a Japón durante ese siglo. Esto lo podemos concluir luego de haber leído toda la obra de Mizuki, quien vivió todo este proceso de terror, de guerra, de injusticias, de hambruna, acompañado por un mundo tradicional y folclórico desde el cual emprendió un recorrido gráfico que plasmó en innumerables obras: libros, películas y series de animación.. 
「小豆はかり」Azuki Hakari, uno de los primeros yokai dibujados por Mizuki de niño, es la transformación de un grano. 
En su volumen dos, Mizuki Shigeru nos narra sus vivencias desde el final de colegio hasta su ingreso en el ejercito cuando cumplió sus veinte años en 1942. Observamos la vida de un adolescente que no logra ubicarse en una sociedad que ingresaba a la guerra, sociedad jerárquica, con problemas económicos, higiénicos, alimentarios. Circunscrito a un desagradable futuro académico por sus malas calificaciones, el joven Mizuki Shigeru tenía claro su vocación; quería ser pintor pero no era la época adecuada, al no tener buenas evaluaciones en diversos exámenes de ingreso, comenzó a trabajar en varios oficios pero en los cuales no se adaptaba, debido a su torpeza, apetencias o negligencia; trató de ingresar a la escuela técnicas de Horticultura de Osaka que disponía de 50 puesto y había 51 aspirante, ya se imaginarán quién no entró, así "Gege" como lo llamaban algunos amigos, obvia deformación fonética de Shigeru, se dedicó a pintar por su cuenta y a seguir amasando experiencias sobrenaturales como encontrarse hadas o enanos en sus caminatas. Este tomo muestra gráficamente las carestías, los problemas políticos, los discursos de Hitler en la radio y curiosidades que marcaron la vida cotidiana en Japón en esa época como el caso de Sada Abe, una mujer que castró a su amante y caminó con su pene por las calles de Tokyo y que años después inspiraría la película de Oshima Nagisa: El imperio de los sentidos (1976), esta noticia quedaría más en las bocas de las personas que otras que marcaría la historia de Japón como los acontecimientos del 26 de febrero de 1936 cuando oficiales de la Kōdōha「皇道派」una facción de militares que pretendía el poder total político de Japón, asesinaron a varios miembros claves del gobierno, sin lograr ejecutar al Primer Ministro Okada Keisuke; aunque el levantamiento fracasó, sirvió para fortalecer la posición de la Tōseiha统制派 o el Ejercito Imperial, que era apoyada principalmente por altos oficiales, ya que esta parecía ser la única fuerza capaz de restablecer la disciplina dentro de las filas del Ejército Imperial. En efecto, varios simpatizantes de la Kōdōha fueron sentenciados a muerte en juicios secretos, incluyendo a Ikki Kita, y otros fueron purgados de las filas militares, este incidente también sirvió para debilitar aún más al gobierno civil, y desde entonces los políticos fueron incapaces de formar un gobierno sin contar con la aprobación de los cabecillas del Ejército Imperial lo que encaminó a Japón a la guerra sin opciones, estos sucesos los narra gráficamente Mizuki en este Volumen. También nos introduce en la jerarquía y vida de la milicia, ya que el joven Mizuki ingresará a él mostrándonos toda la crueldad, los sin sentidos y las ignorancias que rodeaba la vida de los soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial. El libro termina con el fin del entrenamiento militar y su concentración en una tropa que se radicará en las islas del Pacifico.
En el volumen tres, Mizuki Shigeru nos cuenta la vida militar de los soldados en la Segunda Guerra Mundial. En este libro gráfico nos ilustra acerca de la monotonía y de la estulticia propia de las guerras y de los que las dirigen. Presenta dibujos que muestra la locura que viven las tropas por las carencias de alimentos, armas, ropas. Mizuki fue enviado al frente pacífico oriental en islas paradisiacas llenas de: malaria, ratas, trabajos forzados, cocodrilos, además de abusos físicos y psicológicos. Los jóvenes eran devorados por metrallas y bombardeos mientras ellos aún trataba de adaptarse al infierno en que entraban. En este volumen Mizuki comenta cómo un joven militar idealista recién llegado de su formación militar de oficial, se empeña en hacer un gyokusai「玉砕」o ataque suicida, Mizuki se salva porque un teniente que tiene experiencia en la guerra y contrajo malaria, desestima esa iniciativa como absurda. Mizuki se encarga en cuidarlo junto a otros soldados rasos, al final el teniente debido a su fiebre y de sentirse inútil se suicida lejos de donde acampan las tropas, Mizuki está cerca de él, durante ese mismo lapso el joven oficial militar realiza el gyokusai con todos los que quedaron en el campamento, fueron a encontrar la muerte porque todos el pelotón fue eliminando, sólo sobrevivieron los que asistían al teniente con malaria. La muerte absurda y su redimensiones es lo que abarca este tomo lleno de incisos gráficos donde se muestra un Japón que se viene consumiendo en los fuegos de la conflagración así como muestra el sufrimiento de los civiles que se desesperaban entre el hambre y el hallar un sentido a su existencias.
Viñeta del momento de la herida con la que perderá el brazo.
En el volumen cuatro, Mizuki Shigeru nos muestra gráficamente el fin de la guerra, así como sus agonías por fiebre, hambres y heridas que trajeron como consecuencia la perdida de su brazo izquierdo después de un bombardeo. Mizuki estaba enfermo y para colmo su brazo fue amputado por un oftalmólogo que era el médico del campamento, el drama, la gusanera que se generó en su herida y que no lo dejaba dormir, el lento proceso de recuperación y el cómo fueron los trámites de la finalización de la guerra en el Pacífico llenan de gráficas este volumen. El regreso a la patria no fue inmediato, Mizuki convivió con nativos de las islas hallando un cierto remanso de tranquilidad tras años de guerras, este remanso le permitió tener nuevas visiones y narraciones sobre el sentido de la vida, de la solidaridad, del ser humano; es con el fin de la guerra como se inicia este libro. Mizuki nos recrea la rendición de Japón, cómo era el caos del país que sería gobernado por MacArthur desde el edificio de la aseguradora Daichi en el barrio tokiota de Hibiya hasta 1952. Observamos como nuestro "mangaka" regresa al país en 1947, un territorio lleno de jóvenes veteranos que no sabían que hacer en una nueva sociedad japonesa donde prosperó el mercado negro, en este abismo de país Mizuki buscaba luces sobre su futuro. Nuestro "mangaka" vivió en diversos hospitales, ingresó a una escuela de arte y trabajó en una asociación de veteranos vendiendo pescado. Este tomo nos describe de las cientos de aventuras que hizo para conseguir dinero y como al final, con la ayuda de su padre, compró una casa vieja donde alquilaba los cuartos a otros artistas, especialmente dibujantes de kamishibai「紙芝居」o dibujos que se confeccionaban para ser los fondos donde se montaban obras de títeres ambulantes y que eran muy populares en el Japón de posguerra para entretener a los niños. Fue uno de sus mentores del kamishibai Suzuki Katsumaru, quien se empeñó en llamarlo Mizuki, porque así era el nombre de la calle donde nuestro "mangaka" vivía. La industria del kamishibai dejó de generar dinero en la medida en que la economía japonesa fructificaba con los avances tecnológicos, por lo que muchos de sus artistas pasaron a dibujar mangas que se alquilaban y se volvían muy populares por la época generando así pingües dividendos. El inicio de crear mangas fue duro, a Mizuki le faltaba de todo pero en 1958 logró publicar Rocketman su ópera prima, en esta fase de su vida Mizuki tiene 37 años, es soltero, es pobre, vive endeudado y comiendo bananas pasadas y con un único objetivo: todos los días levantarse a dibujar. 
El quinto volumen, tomo que compré en España, nos cuenta la continuación de su vida entre penurias y miserias, en este tomo introduce su vida familiar comenzando con su boda y cuya única foto la ha dibujado y aparece en la portada del tomo. Esta unión fue arreglada por sus padres porque había llegado a los cuarentas años sin tener familia, algo no fácil de aceptar en el Japón donde el concepto de familia es (o era) fundamental para darle sentido a la vida. Nuestro "mangaka". Mizuki fue a conocer a su esposa y al día siguiente de conocerla se casó, en parte porque tenía mucho trabajo pendiente, en parte para desligarse del acoso de su madre y padre acerca de su porvenir. Parte de esta aventura pseudoamorosa fue escrita por su esposa y luego llevado a un drama en televisión con el nombre de La mujer de ge-ge-ge que he mencionado con anterioridad y cuyo fin es mostrar como los sacrificios son los mejores bienes activos y emocionales que pueden poseer una persona. Endeudado, con malos trabajos y empeñando los kimonos de su esposa, Mizuki trata de sobrevivir con su talento durante los primeros años de casado, él es explotado por empresas, por amigos, mal pagado y usado por editores sin escrúpulos y editoriales inestables. Su trabajo de un mes era pagado con 500 yenes lo que apenas le alcanzaba para dos o tres días de subsistencia. El día que nació su primogénita apenas tenía 300 yenes por todo capital. Esta situación de constante incertidumbres y penurias hizo que Mizuki concibiera la idea de un héroe que ordenara el caos que acontecía en un Japón de crisis, abogados e impuestos y fue en esta olla de presión donde concibió a Akuma-kun, un niño que logrará acceder a través de conocimientos esotéricos a los poderes del diablo, con la ayuda de doctor Fausto y sus amigos, lograra superar pruebas complejas y ayudar a los más necesitados, en esta serie comenzarán a aparecer yokai, que a mi entender sería un proto-inicio de lo que con el tiempo llegará a ser todas estas series de monstruos y monstruitos como los Pokemon, claro ahora más sencillo sin tantos rodeos metafísicos o culturales, más exotéricos creando bandas exactas de buenos y malos, todo esto alejado de la obra de Mizuki. A partir de la publicación de esta serie otras editoriales más estables le ofrecieron otros trabajos, hasta que logró una cierta estabilidad económica y lograr éxitos con la editorial Kodansha que le empezó a publicar sus trabajos Terebi-kun y Kitaro, este último trabajo le otorgará el premio al mejor comic infantil en 1968, desde entonces su vida económica mejoró y la fama comenzó a arrollarlo, pero también a agotarlo, las polémicas con sus asistentes, con las editoriales, con su mujer, con su familia va poblando este tomo hasta que tuvo un colapso nervioso, esto le permitió visitar la isla donde pasó parte de su vida durante la guerra y con el que acaba el fin de este volumen.
El último libro de su autobiografía gráfica nos cuenta sus diversas aventuras, viajes y reflexiones que hace por el mundo, su relación con lo fantasmagórico y con los enigmas, sus análisis sobre las religiones, las filosofías, la sociología de un Japón que en dos generaciones cambió como nunca lo había hecho en su más del siglo y medio de historia escrita que tiene Japón. Podemos considerar éste volumen como una síntesis gráfica del pensamiento metafísico y epistemológico de Mizuki, sus deseos y miedos, sus decepciones y logros, a la vez de que nos muestras sus diversas posturas acerca  del sentido de la vida y constante observaciones acerca del más allá de la muerte. El mundo de Mizuki fue complementado con fantasmas de todas las formas, época y maneras creando libros especiales donde explicaba cada fantasmas del folclore japonés pero también cada particularidad psicológica que anima a este pueblo a mantenerse como el País del Sol Naciente.

Se lee de derecha a izquierda

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