viernes, 9 de marzo de 2012

QUINTA PÁGINA

Con algunos cuates en México
Marzo, mes que ya comenzó y que nos muestra que ya el año ha recorrido un trecho, aunque sentimos que falta mucho para que se acabe, pero con la seguridad de que andamos con este tiempo a veces incomprensible que nos lanza hacia adelante, hacia los horizontes, hacia formas incognoscibles. Se acabaron las vacaciones de primavera perdido entre las sierras y el caribe mexicano, a veces buscando a la flaca, a veces a la catrina, a la calaca, a la pelona, a la tilica, a la mortucha, pero en mi recorrer por México, no la conseguí, no era mi momento, sólo tequila y mezcal para acompañar los tacos y los chapulines en Oaxaca, en San Cristóbal de la Casas, en Chetumal. Con los cuates, con el libro Logoi de Vallejo, entre miles de ejemplos gramaticales, con ruinas Mayas de fondo y en primer planos mujeres, turismo, y más tacos. Sólo al final del años, sabremos por qué no encontramos a la muerte en nuestro 2012. Mientras tanto por aquí o por allá, por algún lado recreando nuestro masoquismo ontológico con confusiones constantes entre lo divino y lo sagrado.

2 comentarios:

  1. Querido Álvaro, te leo y encuentro la "palabra" muerte... Me sumerjo en Ella... siento... pienso...

    La posibilidad de respirar, los latidos del corazón y las ideas que me componen, me hacen creer que "sigo viva"... Al igual que tú, transito el final de este primer trimestre creyendo que "estoy viva"...

    Pero la "catrina" es tan relativa como todo en este mundo relativo... Creo que durante un período reciente de mi "vida" a pesar de mis activos signos vitales, no había "vida" en mí, porque vivir es otra cosa...

    De pronto pasa algo, pasa el tiempo, pasa un Hombre y entiendo que era necesario "morir" para empezar a vivir de nuevo... Eso me ha ocurrido. Varios fragmentos de mí han muerto, muchos, como mueren amores, como mueren recuerdos, como mueren hábitos que ya no confieren sentido al vivir...

    Así, la muerte, llega a ser la expresión genuina e inequívoca de la vida. Dos opuestos que se necesitan...

    Yo no sé de filosofía, ni de muchas cosas, a veces creo saber algo de mí, me gusta lo que piensas y lo que escribes, no sé si lo que te he escrito te diga algo...

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  2. La muerte es parte no sólo de nuestra vida, sino de nuestra cultura, no sólo los mayas y aztecas lo sabía con cierta crueldad, así como los romanos que disfrutaban de los circos de gladiadores y los griegos que nos dejó todo inicio de literatura a partir de una guerra, de una cólera, de la muerte de Hector y Aquiles. Por lo que hablar de ella no sólo nos debe ser natural, y celebrar como los mexicano supieron heredar de sus culturas indígenas, sino que en la medida en que aceptamos las pérdidas, aceptamos que estábamos equivocado, que las verdades no se dilucida en la vida, así mientras más vivimos más nos damos cuentas que somos más líquidos y menos sólidos y nos desplazamos por los dedos del tiempo.

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