martes, 26 de marzo de 2019

CUENTOS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA CONTADOS POR SUS CREADORES (IVÁN HERNÁNDEZ DALA)


Iván Rafael Hernández Dala
LA LEALTAD DE LA REVOLUCIÓN
Iván Hernández Dala estaba detrás de un vidrio que lo protegía de algún posible atentado a su existencia, había tenido una vida dedicada a proteger con lealtad al Presidente de la República, ya que uno de sus cargos era sencillamente mantener a Nicolás Maduro a salvo de cualquier atentado, intentona o salvajada. En su silencio, mientras oía su juicio que se celebraba por sus responsabilidades en varios actos de lesa humanidad mientras fue el máximo encargado de DGCIM, la Dirección General de Contrainteligencia Militar, donde entre otras cosas oía los cargos que se le inculpaban como: torturas, desapariciones, entrega de armamentos a grupos ilegales, paramilitares y parapoliciales, asesinatos, exterminios, etc., se acusaba a este general de dar órdenes de maltratar y mancillar contra todos aquellos que atentaran contra el poder investido en el presidente, los que tenían más suerte eran dejados apretujados con otras docenas de personas en una celda infernal con el espacio mínimo para un retrete. Él nunca sonreír y aceptaba la vida de un militar con el acatamiento de todos los valores militares que orbitaban siempre sobre la heroicidad, sobriedad, gallardía, orden, compromiso, valentía; y nunca, nunca: sobre el huir, escapar, o ser cobarde. Toda su vida se preparó para no ser un cobarde, aunque como había escuchado alguna vez, sólo los caballos sobreviven a los héroes, cuando huyen. Recordaba aquel lejano agosto de 1984, cuando entró como aspirante a la Academia Militar de Venezuela, fue un día despejado donde sus familiares lo vieron vestido por primera vez de uniforme de soldado, sentía el orgullo en la mirada de su madre quien lo volvió valiente, quien le mostró cómo pelear en la vida y lograr tener lo que se quiere y lo que se merece, le enseño ser orgulloso y leal. Ese día agosto estuvo cinco horas esperando su turno para acercase a la bandera del país, besarla y jurar su lealtad para defenderla por el resto de su vida. La lealtad significaba todo, lo aprendió como cadete junto con el hábito de obedecer, de no sentir miedo, de disparar fusiles, de aprender a enfrentarse con el enemigo con la victoria siempre en el horizonte. Algunas tardes en el casino, oía a los alférez hablando sobre lo que hace un buen militar: ser un buen militar implica recibir y ejecutar una orden y respetar las jerarquías que siempre implica orden y control; no obedecer una orden, no aceptar la jerarquías implicaría un cinismo y el cinismos no puede ser aceptado en el ejercito, tampoco una resistencia sin sentido que en el fondo es una cobardía disfrazada, la naturaleza del ejercito, de los militares era elevarse a través de sus valores a la categoría de héroe. Ser heroico es el baluarte de un buen militar, esto lo oía también del capitán Chávez cuando se quedaba los fines de semana de guardia. El capitán le enseñaba aquella historia de lealtad y heroicidad cuyo ápice siempre estaba Simón Bolívar. Desde esos adolescentes años decidió hacer actos nobles y seguir el camino de la lealtad, especialmente al capitán Chávez que le mostraba el camino. Ahora era acusado de asesinatos, torturas, desapariciones, de dar ordenes que fueron ejecutada violando los derechos humanos. Él miraba en silencio a su alrededor, se acordaba de cómo después de la muerte de Chávez, Maduro confió su vida en él y a algunos miembros del Órgano de Seguridad del Estado de Cuba quienes cooperaban en organizar y precisar a los saboteadores del procesos revolucionarios bolivariano. Había que defender esa revolución, aquella creada por el heroico Chávez, no había que tener miedo a los enemigos de la revolución, había que mostrar lealtad sobre cualquier otra emoción o pensamiento. Él entendió las órdenes, entendió su misión, entendió la gallardía que hay en la defensa de aquello que se quiere, por lo que se lucha, así que consideraba que todas sus acusaciones eran propias de hipócritas cobardes. Cuando el juez le peguntó si tenía conciencia de todos aquellos actos de lesa humanidad, sobre los desaparecidos, sobres las muertes hechas en el DGCIM, sobre los mercenarios rusos que masacraron el pueblo con su venia, con el ataque a civiles quienes intentaron detener al presidente en su huía, mientras él con un grupo de soldados les disparaban para salvar a Maduro. El general sólo respondió: yo sólo soy un militar que seguía órdenes de poder ejecutivo, un venezolano para mantener la paz de la República, yo sólo soy un soldado que cumplió su misión que era la seguridad de mi país, de mi presidente, de mis valores. En ese silencio alguien comentó cerca de un micrófono que luego se pudo oir en algun podcasts, la banalidad de mal que siempre está en los núcleos argumentativos de los militares, quienes en última instancia, por mantener un orden azaroso, como cualquier orden, dentro de una jerarquía vetusta y corrupta, anula cualquier capacidad de pensamiento crítico, cínico, humano.

miércoles, 13 de marzo de 2019

CUENTOS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA CONTADOS POR SUS CREADORES (NERVIS GERARDO VILLALOBOS)


Nervis Villalobos
LAS LUCES DE LA REVOLUCIÓN
Llevaba años en una cárcel española, la Corte Penal Internacional, pedía su extradición. Mañana decidirían su futuro y aunque estaba nervioso en su celda, fumaba un ducado mientras veía, en un pequeño televisor, un partido de la champions league entre su real amor: El Real Madrid vs. un equipo desconocido francés: Stade de Reims. Siempre se ha sentido fanático del Real Madrid, cuando veía sus partidos por el canal del gobierno, allá por los años ochenta con los comentarios y voces de Turi Agüero, Pedro Zárraga y Reyes Álamo, por lo que llamó a su equipo se futsala de la escuela de electrónica de la Universidad del Zulia: La Real LUZ. El partido estaba cero a cero, en la mesa había un dossier de la Corte Penal Internacional que tenía su nombre: Nervis Gerardo Villalobos Cárdenas, este dossier se lo había dado uno de sus abogados que eran contratados gracia a su esposa, Milagros Torres, quien se mantenía anónima en Andorra. La Corte Penal Internacional quería procesarlo con un cargo novedoso: genocidio culposo. Al ser un sujeto activo y miembro del gobierno revolucionario en un puesto clave; su negligencia y corrupción generó la muerte de miles de personas, su ineficiencia produjo uno de los apagones más grandes que ha ocurrido en cualquier país desarrollado en el siglo XXI ocurrido en el mes de marzo de 2019, semanas sin luz ocasionó la pérdida de comida, de suministro de agua, inoperancia de hospitales, así como una crisis económica que produjo saqueos y muertes violentas. Leía con tranquilidad el expediente mientras veía el partido. El dossier demostraba que durante sus gestiones como directivo en diversas empresas estatales de Energía así como su desempeño como director general de Energía del Ministerio de Energía y Minas, y a veces encargándose del Ministerio durante la ausencia del titular se profundizaron los males. Se precisó que durante su período como director general se deterioraron los servicios eléctricos con inmensas gestiones de corrupción que llevó a la muerte culposa de unas a más de 65.000 personas certificadas, le acusaba junto a exministro, y amigo personal, Rafael Ramírez Carreño, ambos acusados de genocidio culposo, pero Rafael Ramírez poseía otro dossier y otra historia. Leía y veía, repasaba algunos nombres que también aparecía como acusados del deterioro y la muerte de miles de persona, pero le extrañaba que muchas personas no fueran acusadas y que tuvieron una acción directa como Ramiro Valdés Menéndez, el estratega cubano que apostó por el blackout eléctrico, fue éste cubano con el título de Comandante de la Revolución Cubana, quien en una reunión donde estuvo él, Rafael Ramírez, Nicolás Maduro, Hugo Chávez y tres generales con muchos soles, le comentó en ese momento, cómo mantener la revolución en un ataque final, la idea era suspender el servicio eléctrico, así el caos mantendría una disolución de fuerzas, además que los empeños por sacar al régimen disminuía en la medida en que se le acusará a la oposición de dicho blackout. Lo acusaban por saber, lo acusaban por lavar dinero, lo acusaban por homicidio y genocidio culposo, lo acusaban, pero él veía en esos precisos momentos cómo el Stade de Reims le introducía un gol de cabeza al Real Madrid. No lo creía, tampoco creía que fuera el único responsable directo o indirecto del apagón, él siguió ordenes, de resguardar dinero para oxigenar la revolución en caso de bloqueo económico, de abrir puertas de salida para Europa para familiares del régimen ya que en España vivían muchos hijos y padres de los principales jerarcas de la revolución bolivariana. Nervis hizo lo que debió hacer, pero él no fue el quien realizó los cambios necesarios para que el sistema dejara funcionara, sentía que en ese dossier era mínimo si lo comparara con dossiers donde aparecieran los nombres como el del inepto de Ángel Rodríguez, que fue el primer ministro de energía eléctrica de Chávez, el furibundo de Alí Rodríguez Araque, quien se dedicaba más en mantener los lazos de amor con Cuba que de arreglar los problemas eléctricos, fue él quien trajo bombillas y equipos de Cuba obsoletos e inservible para mejorar el sistema eléctrico y quizás por ese patético amor murió en La Habana; pensaba en el guabinoso, intercambiable, camaleónico de Héctor Navarro, que ahora representaba la bancada chavista de oposición, mostrando la débil memoria de la política venezolana, y cuya mejor jugada fue declararse antimadurista, sin mostrar sus fallos, errores y muertos durante su gestión como ministro de Chávez, sino sólo los que ocurrieron a partir de 2013, pero el quien posibilitó realmente ese apagón fue el maquiavélico de Jesse Chacón Escamillo, quien prometía, con su cara de pureza y honestidad, sobre lo transparente de sus acciones para mejorar el sistema, de conseguir las divisas para mejorarlo, pero al final lo que hizo fue armar las posibilidades de un gran apagón y dejarle todo presto para que Diosdado Cabello, Motta Dominguéz y Nicolás Maduro, tuvieran ese botón de apagar la luz por semanas y hundir al país para luego ellos pasar por héroes, salvadores, redentores, Jesse Chacón por tal vil acción fue recompensado con cinco años como embajador en Austria, para desde ahí, huir con facilidad a algún país con poca relación con la modernidad y con las extradiciones como Albania o Moldavia, pero le compensaba el suicidio por cobardía que realizó Motta Domínguez cuando lo iban a apresar para llevarlo a una cárcel en Texas, también en esos momentos le compensaba el gol que acababa de anotar el Real Madrid para que tuviera aún opción para pasar a los cuartos de final. Sólo su nombre en rojo aparecía como genocida culposo, algo que pensaba era injusto, porque él fue apenas un mensajero que buscaba dar luces de la revolución.

martes, 5 de marzo de 2019

CUENTOS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA CONTADOS POR SUS CREADORES (DELCY RODRÍGUEZ)


Delcy Eloína Rodríguez
LA LOCURA DE LA REVOLUCIÓN
En el ala psiquiátrica del Hospital de la Pitié-Salpêtrière se encuentra la internada número 3461. Lleva dos años encerrada y aunque la quieren extraditar a otros países, aun tiene varios cargos en el territorio francés. Desde que era estudiante en Nanterre a mediados de los años 90, ella y un grupo de soñadores quisieron revivir la revolución del 68, destruyendo vidrieras, haciendo grafitis vulgares que señalaban, supuestos negocios que no respetaban la representación sindical; hasta el trágico final de un adolescente, un día a finales del 2019, hecho que ocurrió cuando un grupo de sus compatriotas rodearon su automóvil, ella salió con un bate junto a dos hombres, pero ella, a diferencia de los hombres que sólo asustaban a la pequeña horda que la odiaba, le acertó a dale a la cabeza a un quinceañero a quien mató mientras le gritaba escuálido, siendo curiosamente este adolescente una victima inocente que deambulaba por el lugar y que no era ni compatriota, ni estaba en la horda del ataque. Ahora el juez Charles Ropagnon comienza a leer con detenimiento el informe forense que le ha dado el equipo de médicos psiquiatra del hospital. La paciente, mujer caucásica, de 53 años presenta un cuadro severo esquizofrenia paranoide, resaltando alucinaciones, ansiedad, ira, retraimiento, humor hostil y suspicaz, mostrando en su conjunto una serie de trastornos de conducta que pueden poner en peligro su vida o la de otra persona. Es posible que su núcleo traumático este dado por acontecimientos tumultuosos y violentos durante su infancia, debido a la muerte trágica de su padre quien fue un dirigente político y parecía tener una compulsión con el poder y un trastorno oposicional desafiante. Ella muestra un duelo sin resolver, manteniendo un síndrome postraumático que infirió seguramente a desarrollar alucinosis vívidas con carácter real, propios de trastornos esquizofreniforme e ilusiones, propios de un trastorno histérico-paranoide. Nos comentó la paciente dentro de una narración despersonalizada, propio de un trastorno de disociación, con énfasis confabulatorio, principal rasgo de un trastorno histriónico de la personalidad, que luego de la muerte de su padre fue a vivir al país de Alicia, personaje del libro de relato de Lewis Carroll. Nos precisó que anduvo por los mismos sitios por donde había paseado Alicia, incluso vivió con el gato Cheshire en su cuarto por años, que tomó café con el Sombrerero en los pasillo de la universidad y que el Rey de Corazones la desvirgó, además especificó que el Conejo Blanco fue su mejor amigo durante el último año de la carrera de derecho que terminó exitosamente. Sabemos que al culminar sus estudios entró por tres años en un cuadro de trastorno distímico, desde ese período fue tratada por su hermano, quien ejerce como psiquiatra, administrando una cantidad de medicamentos entre los que hallamos: Nortriptilina, Citalopram, Venlafaxina, Trazodona, Litio, y especialmente fármacos del grupo de las benzodiacepinas, creando un coctel de antidepresivos y ansiolíticos que pensamos ayudaron al aceleramiento sus procesos alucinatorios y disociativos con la realidad, a la vez que mostraba la ineptitud profesional del hermano, al quien hemos podido recabar información y también poseía diversos trastornos, todos vinculado con el uso y abuso del poder. Al salir de su estado depresivo vino a la Universidad de Nanterre a cursas estudios de posgrados, pero las dosis médica la empezó a descuidar y comenzó a perder el sentido de la realidad nuevamente, de hecho nos dice la paciente, entre algunos delirios, que había tenido cientos de amantes: desde el coronel Aureliano Buendía, hasta Oliver Mellors, sin olvidar que su principal amor frustrado como fue Aragon, el personaje de Tolkien, por esos años, además de dominar el francés y hacer una tesis de maestría titulada “La Participación y control de los trabajadores en la negociación colectiva”, se sintió una elfo y nos comentó que estudió lenguas élficas las cuales domina con facilidad. También relató al grupo de evaluadores que no terminó su tesis doctoral, porque, aunque le faltaba pocos capítulos, no pudo abandonar las lecturas de Harry Potter, nos juró que había estado en Hogwarts, donde aprendió hechicería y donde compró unos lentes de pasta, iguales a los de Harry Potter que nunca más se los quitó de su rostro, de hecho cuando lo hace observamos un aumento del trastorno obsesivo-compulsivo, además de exhibir algunas fobias específicas, mostrando por lo tanto aumento del trastorno de ansiedad que en innumerables noches le genera insomnio. Para este paciente, con ésta cargar de trastornos y ciertos bordes de demencia, el mundo que ve o percibe, es real. Pensamos que éste trastorno disociativo fue el que impuso a establecer en su carácter como funcionaria pública de su país, generando varios cuadros de esquizofrenia que mermaron la calidad de vida de sus ciudadanos. La paciente comentó que con esos lentes podía ver la verdadera realidad y le fueron útiles para describirle a los miembros del gabinete de la extinta República Bolivariana, las cosas maravillosas que ocurrían en un proceso revolucionario con rasgos de stalinismo que cundió al país por unos veinte años. Nosotros, como personal médico que buscamos la salud de la paciente, pero también el equilibrio psíquico de la sociedad, recomendamos al juez que la paciente número 3461 que responde al nombre de Delcy Eloína Rodríguez Gómez, sea encerrada de por vida en la prisión de la Santé, ya que lejos de cualquier forma de poder se transforma en una persona inofensiva y hasta frágil que se escuda en su mundo de fantasía, pero cerca del poder o poseyéndolo desarrolla su psicosis volviéndose peligrosa y dañina para la sociedad; además pagará a la sociedad por la muerte culposa del ciudadano subsahariano a quien mató con un bate de béisbol. Se le administrará clorimipramina de por vida, además de psicoterapia individual y programa ambiental, para sufragar los gastos que generará al gobierno francés, exhortamos al juez a embargar sus millonarias cuentas bancarias que posee en Andorra, Francia y Suiza, sustraer los gastos que ha generado y generará, así como un pago de compensación a la familia dela victima a la que diezmó; los excedentes deben ser devueltos al Estado Venezolano. Firma un grupo de seis médicos con firmas ilegibles.