lunes, 24 de junio de 2013

CLAVE DE HUMOR (1) LOS PERROS Y EL PODER

CLAVE: El poder es lo que da ser, la fuerza es lo que permite hacer; el poder genera sentencias y juicios, además de cuestionar, responder y mantener secretos. 




HISTORIA: Una tarde por la calle Real de Antímano, una jauría de perros realengos, flacos y muertos de hambre, se desesperan por su situación que es parecida a otros animales callejeros y a uno que otro desempleado bancario o profesor universitario, y entre esa jauría que hace a todos sus miembros anónimos, uno de ellos se separa y en una esquina cerca de la estación del subterráneo, "lee" en un periódico lleno de gotas de aceite, acerca de los funerales de Chávez. 
El canino que cuando era un cachorro fue la alegría de la familia Pérez, especialmente de su pequeña hija Yurisay y quien le había puesto el nombre de "Orejas" porque tenía una de ellas caída y la otra alzada, oyendo quizás con desgano las ordenes que siempre oía por la casa. La familia Pérez vivía en la parte alta del barrio de Carapita. De cachorro "Orejas" llegó a oír, ver y quizás a entender qué era Chávez cuando sus amos ponía Aló presidente los domingos. Por supuesto los perros comprenden el poder, de ahí que sean los mejores amigos del hombre. Luego creció y muchas noches aulló para asustar a los rateros, ratones. Una tarde el "jefe" de la casa lo tiró por las escaleras del barrió acusándolo de latoso o quizás porque había pasado meses detrás de alguna respuesta de la "Misión" como la vivienda, o yendo a mítines y concentraciones para ver si le daban la oportunidad de ser enchufado por algún poder "amigo" en PDVSA y así abandonar el barrio, pero todos los días llegaba sin nada en las manos. Durante años el "jefe" de la casa hablaba de Chávez, del poder, del futuro, y su mujer e hijos acompañaban el proceso con marchas y buscando la ocasión para obtener un trabajo fijo en una oficina gubernamental, objetivo que logró su hijo mayor a ser contratado como fotocopiador en un tribunal que no tenía fotocopiadoras. "Orejas" no entendió por qué lo habían echado de la casa, pero la palabra poder quedó en su recuerdo, así como las caricias de la niña y las tundras de golpes que le daban los demás miembros de la casa. En la calle, a veces, se sentía más libre pero también veía cómo los demás colegas cuadrúpedos desaparecían por cualquier capricho, maldad o accidente; sí, la vida es peligrosa fuera del poder. El chucho "lee" las palabras: Chávez, entierro, funerales, marchas, y aunque no comprende con precisión estas ideas, ha visto por televisión algo parecido a lo que vio cuando llegó a la casa de los Pérez; porque cuando arribó a los brazos de Yurisay fue para consolarla ya que había perdido a su hermano morocho que murió por una bala "perdida", "Orejas" en sus brazos vio el ataúd y comprendió todo. 
Luego de meditarlo decidió hacer su mejor jugada con el poder. Después de andar largos trechos llegó hasta el cortejo fúnebre y lo persiguió durante algún tiempo. "Orejas" perseguía el poder y aunque con sed, la lengua afuera y cansado, sabía que era su única oportunidad. Luego de estar durante varios minutos detrás del coche funerario que transportaba el cadáver de Chávez, su anonimato desapareció. Comenzó a salir en prensa, en televisión y ser acariciado por grandes figuras públicas y militares, y por una que otra líder comunal; sí, todos lo reconocían, porque fue el perro que siguió fielmente a Chávez en su entierro, como cualquier perro fiel al poder. Así el poder sentencia y enjuicia, y claro, a veces no es favorable para los perros, así en la cultura islámica, el perro ha sido sentenciado como un animal desagradable, vil y de cuidado, aunque la historia es más sencilla. 
Un perro mordió a Mahoma, este perro arruinó la vida de sus descendientes por siglos, ya que el profeta sentenció con la voz del poder el epíteto "qalb ibn qalb", es decir, perro hijo de perro, quizás uno de los más ofensivo en el mundo árabe, de ahí que "Orejas" no hubiera tenido la oportunidad de destacarse en Iran o zonas cercanas o en caso extremo tal vez tuviera que usar una burka
Ahora "Orejas" se llama Nevado, fue adoptado por la Guardia Nacional y lo enviaron a ser un perro detector de droga por medio de una "beca" canina en el aeropuerto de Barquisimeto como podemos leer en este enlace. Sus otros compañeros caninos miran a Nevado en la prensa, en la televisión, y no entiende la "suerte" de su antiguo y anónimo compañero de jauría.  
Nevado supo de la fidelidad al poderío gracia al jefe de la casa de los Pérez, quien estuvo detrás de poder por años, pero nunca se acercó lo suficiente, Nevado realizó una mejor estrategia, y ahora dejó de ser un perro callejero, anónimo, de muta, para disfrutar de los secretos del poder que conservará moviendo su cola por los restantes años de su vida, aunque su antiguo amo se ha acercado a las puertas de la Guardia Nacional pidiendo un trabajo como entrenador o cuidador de perros aunque sea ad honorem

martes, 11 de junio de 2013

MI AMIGA JAPONESA Y DON MIGUEL DE UNAMUNO

Don Miguel de Unamuno... hablando dentro de mi mundo
en el momento cuando nos tomamos un café juntos
¿A quién le puede interesar, en los inicios del siglo XXI, con un método único para pensar, como lo es la racionalidad económica, de comentarios constantes de marcas y modas, de encontrar frases sesudas en Facebook o hallar verdades absolutas en Twitter; leer un libros escritos por Don Miguel de Unamuno? Seguramente que a uno que otro clérigo perdido en un seminario o un estudiante de filosofía que descubre sus opiniones tajantes acerca de todo y que le permite realizar una tesis, o un profesor instalado en una universidad en Japón donde pesca en su biblioteca, las obras completas del vasco en nueve tomos, acaparando el polvo del devenir y a veces del destino. Sí, Miguel de Unamuno da para todo, y es que él recorrió los pasillos de la filosofía, los espacios del pensar que no son tan estrechos y limitados como en el mundo de los negocios. Pensar la vida desde un ámbito filosófico permite que el intelecto vaya donde quiera, se vuelve móvil, cambiante, plural, y en ese andar crea especulaciones e ideas acerca del mundo, menos dañinas que las especulaciones financieras, igualmente la filosofía crea y recrea reflexiones que posibilitan vernos tal como somos, a diferencia de las opiniones y los mensajes publicitarios que buscan escondernos detrás de sueños no soñados; y así, algunas tardes leo algo de Unamuno, como si tomara un café con él.
Don Quijote pintado por Octavio Ocampo.
Fue el  Quijote para Don Miguel la figura que explicaba
la grandeza, el ingenio, la fe y algunos sentidos de vida. 
Mi Amiga Japonesa descubrió este extraño flirteo con el español, pero lo acepta, no es celosa, sabe que Don Miguel no es un interlocutor fácil, por lo que intuye que después de estar con él caeré rendido en sus brazos. Una que otra noche comento a Mi Amiga Japonesa las opiniones que poseía Don Miguel sobre Japón: "El Japón no ha logrado interesarme del todo ni me ha deslumbrado su triunfo guerrero sobre la podrida Rusia. Cuando más leo acerca del imperio del Sol Naciente, menos claro veo en ello y se me antoja que muchas de esas excelencias que acerca de él se nos encarecen están más en los ojos de los que miran que no en lo mirado y lo visto" o "Yo conozco un sujeto que los ha tratado mucho, que ha tenido con ellos negocios, y el cual me decía que el "nosotros" japonés es mucho más intolerable que el más intolerable "yo" español. Los egoísmos colectivos suelen ser más soberbios y más odiosos que los egotismo individuales, y en Japón, como pueblo, ha dado pruebas bastantes claras de egoísmo colectivo y hasta de soberbia. Y de la peor soberbia, de la hipocresía, de la que se disfraza de humildad y cortesía". Cuando a Mi Amiga Japonesa le comenté estas líneas, ella me miró con cierta impaciencia, y me dijo que Unamuno nunca entendió la cultura japonesa, yo acepté su decir moviendo mi cabeza y luego acusé a Unamuno de infame, de corrupto, de sátiro; él seguramente se rió, y luego que Mi Amiga Japonesa se durmiera, yo también me reí un rato con él, porque Unamuno escribió cinco artículos sobre la cultura japonesa y sólo le había comentado el más leve, el más amoroso. 
Creo que Don Miguel jamás pensó que sus obras
serían traducida al japonés
Aparte de las opiniones de Unamuno sobre Japón, siempre estaba al día en las lecturas del mundo y especialmente de América Latina, así un día me sorprendí cuando leí sus comentarios entusiastas a la obra: Historia Constitucional de Venezuela de José Gil Fortoul, obra que seguramente ahora nadie consulta aunque la palabra "Constitución" esté de moda. De esta obra de Gil Fortoul, reflexiona Don Miguel sobre Bolívar, y si bien Unamuno opinaba acerca de todo como algunos periodistas u "opinadores" de oficios que van a las estaciones de radio y televisoras para explicar las mismas chácharas modificando apenas algunos adjetivos, adverbios y escasamente el sujeto; lo cierto es que Don Miguel primero se empapaba de lecturas y reflexiones antes de escribir o hablar, así podemos leer una reflexión que siempre me ha parecido una punta del iceberg de la idiosincrasia del latinoamericano y que se cifra en unos escritos del Libertador pero que comentó Unamuno: "Hay una frase profunda, profundísima, tal vez la frase más profunda  que he leído de Bólivar -con frecuencia hay en sus frases célebres más retórica a la española que no otra cosa-, hay una frase que nos hace penetrar hasta el hondo del alma del héroe. Es cuando en 1824 escribía al marqués del Toro: [Entienda usted, mi querido marqués, que mis tristeza vienen de mi filosofía, y que soy más filósofo en la prosperidad que en el infortunio. Esto lo digo para que usted no crea que mi estado es triste, y mucho menos mi fortuna]. ¿No os dice nada esto del hombre triste en la prosperidad y triste por filosofía? ¿Llegaría Bolívar a sentir la angustia metafísica de todos los grandes, la terrible voz que surge del silencio de las eternas tinieblas y nos dice: y todo ¿para qué?" Es a partir de esta lectura que descubro una vena de tristeza que ha invadido cada pensamiento del latinoamericano. A veces Mi Amiga Japonesa o algún estudiante o amigo asiático me comenta que los latinoamericanos son muy alegres, que se divierten con facilidad, que bailan, cantan, ríen; así como apostillan algunos biógrafos que el Libertador hacía en las fiestas y ágapes... sí, pero cuando oigo una letra de bolero, salsa o rap, lo que escucho son tristezas, lamentaciones, frustraciones; sí, los latinoamericanos bailan sus tristezas porque sus libertadores eran hombres tristes, apagados, consumidos por las cóleras, por las muertes, por las traiciones, y aún esos espacios de aflicciones se rellenan en las cabezas y en los sentimientos de los latinoamericanos con la pesadumbre y la congoja. 
Bolívar en Google, a veces en obras de Gil Fortoul y Blanco Fombona
Unamuno opinaba de Bolívar, de Japón, buscaba precisiones, especialmente en los cambios políticos que ocurrían en la Europa de principio del siglo XX. Estos artículos políticos a veces siento que no han pasado años desde que fueron publicados, así percibo la vigencia de Unamuno cuando habla acerca de la revolución, concepto que en los últimos años ha consentido el vocabulario de los venezolanos. "Estamos haciendo revolución! ¿Cuál? ¿La del artículo h o x o n de la Constitución? ¿La reforma agraria? ¿La de otra ley cualquiera de papel? No, la revolución es la otra; la revolución es la de los agentes ciegos y sordos de un instituto colectivo, la de la innata necesidad de un sello de violencia, la de los que quieren crearse una conciencia de vencedores, ya que carecen de conciencia alguna. El que tenga fe en el espíritu, en la personalidad, en la libertad. Como los revolucionarios a su pesar y a la fuerza, también él se verá arrastrado en el torbellino. Los revolucionarios a la fuerza, porque no supieron retirarse del poder -poder aparente- a ver que desde él no podían encauzar el torbellino: y luego, ya en éste, ¿qué van a hacer? Pero el que tenga fe en el espíritu, es decir, en la libertad, aunque parezca también ahogándose en el torbellino, podrá sentir, en sus últimas boqueadas, que salva en la historia su alma, que salva su responsabilidad moral, que salva su conciencia. Su aparente derrota será su victoria, y luego, Dios dirá." 
Unamuno no sólo fue filósofo, así cada vez que tenía la oportunidad
"garabateaba" gráficamente su entorno, y a veces, realizó sus propios
autorretratos, como apreciamos aquí.
Desde Japón, pasando por el Libertador hasta llegar a los procesos políticos modernos, Don Miguel siempre fue un pensador que abre las puertas al pensar, a la condición humana, a los sentimientos trágicos de la vida, al quijotismo, él poseía una doxa intelectual ganadas desde el pensar, desde la reflexión sistemática y no desde el comentario jocoso o la oportunidad de lucir, aunque poseía un gran humor. Así fue él, completo y entero, dos condiciones que cada vez se conservan menos. Esta tarde leeré otro de sus escritos dispersos tomando un café, quizás Huitzilopochtli, quizás Terror al infierno, en fin no importa, en la noche trataré de conversar con Mi Amiga Japonesa de la belleza de pensar.

domingo, 2 de junio de 2013

DÉCIMA OCTAVA PÁGINA... MARIO SILVA EL CHARLATÁN DE FRANKFURT

Mario Silva es la diva del momento, todos hablan de él, de manera correcta o incorrecta y por supuesto a mí me provocó hablar también. Mario Silva es un personaje que sin duda dio fama a pobres y soñadores así como buscó destronar a ricos y bandidos, mostrándose a veces como un Robin Hood comunicacional que se burlaba de todo lo formal e informal que no estuviera en concordancia con sus líneas editoriales. No es un personaje oscuro, sacrificado, maquiavélico, revolucionario como nos quiere vender su imagen, es un personaje torpe, agresivo y muestra lo peor del uso de una "inteligencia delatora". Mario Silva es una paradoja que muestra cierta idiosincracia del venezolano: primero porque es poco popular o carismático, de aquí que haya perdido en todas las elecciones en que participó, pero poseía una gran audiencia subterránea que lo mantuvo en la televisión por unos cuantos años, muchos quizás; segundo porque entendió, subrayó, comentó he hizo la praxis del libro Elogio de la adulancia de Edecio La Riva, convirtiéndose a través de la adulación en el "comunicador revolucionario". Mario Silva fue un "combatiente" contra los torpes medios de comunicación manejados por una oposición reaccionaria, amarillista y con falta de imaginación e investigación en las noticias, por lo que fue protegido y alabado por Chávez, especialmente cuando Mario decía lo que el "eterno" líder quería oír, era su eco, su repetición, pero ya no hay líder, ni ecos, entonces ¿las adulancias?, ¿a quién?, pues el fin del falocentrismo chavista obligó a que la esencia de la revolución brotara: su charlatanería, y comience a mellar los propios cimientos revolucionarios. 
Hace unos años estuvo en boga un libro titulado On Bullshit de Harry Frankfurt y que se tradujo Acerca de la verdad, allí propone una teoría de la charlatanería; explica el filósofo que el mentiroso cree en la verdad, lo que ocurre es que la oculta, por lo que hasta cierto punto la respeta, el charlatán por el contrario no posee ninguna verdad, ni siquiera tiene curiosidad o consideración por ella. De esto que sea imposible mentir si uno no cree conocer la verdad, pero producir la charlatanería no requiere conocimiento de verdad, ni respetarla. El charlatán posee una indiferencia ante el modo de ser de las cosas, e inclusive no le interesa mentir porque no cree que eso sea posible. Mario Silva reproduce en su máxima fidelidad, el nacimiento, auge y posible caída de una revolución charlatana que ha invadido a Venezuela en los últimos años, en la que se utiliza la información con argumentos extraídos de diversas fuentes para lograr objetivos que van desde divertirse, impresionar, apabullar según las circunstancias y el interlocutor. Mario Silva es la punta del iceberg de una revolución charlatana, en la que todos sus participantes, con muy escasa excepciones, hablan sin saber de qué están hablando, porque esta revolución, a diferencia de otras, se ha levantado a partir de un impulso u oportunidad de sus miembros, especialmente de su extinto líder, de hablar de cualquier tema que exceden a sus conocimientos de los hechos que son pertinentes para el tema en cuestión. Así Mario Silva y lo que ocurre en este mes caluroso de junio, es una síntesis de una crisis de charlatanería, que pienso que ha sido el motor y eje fundamental de esta  revolución, y que quizás se haya enraizado en Venezuela porque somos un pueblo muy "escéptico" por no decir banal, pero a diferencia de un verdadero escéptico que busca la verdad obsesivamente, paradójicamente somos muy "inocentes" por no decir creídos, así que a veces nos creemos cualquier pendejada, por no decir cualquier charlatanería. Hay hombres y mujeres que en este proceso revolucionario se han vuelto fundamentalistas de la charlatanería, es decir, piensan que poseen la descripción última y correcta de la realidad y que por suerte ellos están mas cerca que otros de la santidad, de la gloria, de la gracia y por lo tanto se asumen con derechos y privilegios antes los otros, pero es charlatanería, habladurías de paja como diría un caraqueño, sólo sirve para entretener, divertir y confundir. Así los líderes revolucionarios nos confunden y Mario Silva se entretiene mientras nos divierte.