lunes, 6 de mayo de 2024

PERFECT DAYS - DOMINGO DE CINE (24)

Película: Perfect Days

País: Japón-Alemania

Año: 2023 Duración: 124 minutos

Director: Wim Wenders

Actores: Yakusho Koji, Emoto Tokio, Nakano Arisa, Kawasaki Yuriko

Sinopsis. Hirayama (Koji Yakusho) trabaja como limpiador de aseos públicos en Shibuya, Tokio. La suya es una existencia tranquila y apacible. Todos los días se levanta a la misma hora, se prepara de la misma manera y trabaja de la misma manera. Aunque su vida pueda parecer monótona, no hay dos días iguales, y afronta cada nuevo día con un optimismo sereno. El estilo de vida de Hirayama irradia una belleza apacible. Le encantan los árboles y contemplar el komorebi (木漏れ日), el que es el resplandor de luces y sombras que crean las hojas al mecerse con el viento. Pero acontecimientos inesperados crean ondas en su vida que se remontan a su pasado constantemente, mostrándonos Wenders la construcción de la humanidad en los individuos, proceso que lleva tiempo, sentimientos y decisiones. 

Pensar la película: De que se trata: Perfect Day, la mayoría de los críticos colocan esta obra donde en apariencia no sucede nada, una mirada a lo mundano que nos puede conmover profundamente, y esto lo combina con la aceptación de una condición de vida que si bien no es la mejor para la mayoría por lo que produciría una persona amargada y resentida, lo cierto es que el protagonista disfruta su trabajo, con la serenidad de un budista zen, aunque su trabajo sea limpiar inodoros, por lo que algunos aseguran que es un canto a la esperanza y a la resiliencia. Pienso que la obra de Wenders, como toda su producción y de ahí su maestría, es vestir de humanidad a las personas y en especial en esta época donde la mayoría de las películas lo que buscan es vestir de héroes (películas donde aparecen personajes con superpoderes consciente o inconsciente) o subhumanos (películas llenas de zombis o marginados en sociedades utópicas), a la humanidad. La humanidad con la que se viste Hirayama, el protagonista, es una humanidad que le da sentido a su vida: su orden, el hallar las variaciones en lo constante encontrando en ella agrado a su existencia, a su mundo, como el recoger un brote de árbol o participar en un juego con un amigo secreto o el conectarse con los niños o frágiles. Las personas se preguntan sobre lo humillantes o desagradable del trabajo como lo hace su propio compañero de labores o su hermana, como si no fuera feliz, pero es de Hirayama y ¿qué felicidad puede experimenta? Pues pienso que la felicidad que experimenta el protagonista es la propia de un autista y creo que esto es lo que las personas no aprecian. Hirayama muestra rasgo de autista como es su inexpresividad, el sentirse mejor solo que acompañado, en mantener sus rutinas y sus colecciones, así como sus pequeños rituales como comprar el mismo café en la misma máquinas todas las mañanas o cenar en el mismo restaurantes todas las noches, o hacer en su día libre lo mismo, día tras día. Conozco esta felicidad porque es la que me enseñó mi padre, un autista como Hirayama y el cual me costo años comprenderla, incluso en comprenderme porque la búsqueda de la "felicidad" que todos me decían que tenía que obtenerla y sus caminos a seguir, pues yo no lo hice, no busque la felicidad que todos buscan, sino como un autista de alto funcionamiento que me he reconocido, pues mi felicidad es igual a la de Hirayama, a la de mi padre, y es hallar las variaciones en la cotidianidad, en mis caminatas, en mi jardín, en mi día a día. Parte de toda esta experiencia la relate en mi novela; EL EVANGELIO AUTISTA DEL ÚNICO HIJO, y todo lo que siempre digo a las personas que tienen algún familiar con algún rasgo de autismo es no obligarlo a ser felices, ellos ya saben lo que los hacen felices, aunque sea limpiar inodoros como nuestro protagonista.