sábado, 23 de septiembre de 2023

LE CINQ DIABLES - DOMINGO DE CINE (22)



PELICULA: Le cinq diables - Los cinco diablos

PAIS - Francia

AÑO: 2022    DURACION 103 minutos.

DIRECTOR: LÉA MYSIUS

ACTORES: Sally Dramé, Adèle Exarchopoulos, Swala Emati, Moustapha Mbengue.

SINOPSIS: Vicky (Sally Dramé), es una niña de uno ocho años que es extraña y solitaria, además de tener el don particularidad de reproducir cualquier aroma que le guste y viajar en el tiempo mostrándonos los inicios de una chamán. Ella ha capturado en secreto el olor de su madre (Adèle Exarchopoulos), por la que siente un celo particular. Cuando la hermana de su padre, Julia (Swala Emati) irrumpe en su vida, Vicky reproduce su olor y se ve transportada a oscuros y arcaicos recuerdos que la llevan a descubrir los secretos de su pueblo, su familia y su propia existencia.

PENSAR LA PELÍCULA:  En esta época los cineastas parece gustarles y utilizar con bastante frecuencia a niños preadolescentes como protagonistas, así hemos vistos películas como la irlandesa THE QUIET GIRL (2022), con una historia muy sencilla de una niña que pasa el verano en casa de su tía mientras su madre está embarazada a punto de dar a luz; la bizarra noruega PODERES OCULTOS (2021) donde los niños descubren poderes pero que no lo hace superhéroes como muestra las películas de Disney sobre preadolecentes poderosos, sino que al final esos niños se vuelven instrumento de destrucción, como lo comentaba los evangelio apócrifos de "La infancia de Jesus", el futuro Jesucristo, explicando cómo eliminaba a los cuervos por molestarlo o cómo asesinó a otro niño con su poder, porque le hacía acoso; también hemos visto películas como LA SOMBRE EN MI OJO (2021), un drama bélico danés donde los niños descubren que el horror es más fuerte que su imaginación, el amor, o la fe, o MIGNNONES (2020) donde un grupo de adolescentes realizan bailes para divertirse pero que es censurado por la misma sociedad que lo promociona, así observamos los conflictos de una preadolescente mientras observa cómo su madre debe aceptar la nueva esposa de su padre, herencia seculares de una cultura africana de donde proviene la familia y donde la mujer debe ser sumisa y modesta, por lo que la preadolescente no logra entender sus bailes, las censuras y el cómo ser una hija ejemplar; también tenemos el thriller sueco DEJAME ENTRAR (2008) donde hallamos una historia de vampiros y sobre la amistad entre preadolecentes en caseríos que bordean a Estocolmo. Estas películas de preadolescentes están alejadas de una inocencia mágica tipo Harry Potter o Matilda que se descubren en el lado "correcto" de la historia, estas películas que hemos nombrado desnuda el poder como algo implacable y mortal y no como una herramienta de juego. En sintonía con estos tipos de películas vemos LE CINQ DIABLES donde observamos la vida de una preadolescente precoz que aprende también sobre la vida de los adultos que la rodean como son sus padres, tía y abuelo, así como descubre historias de amor de pueblos olvidados a los pies de los Alpes que amenazan sus propia existencia. Hay juegos de viajes temporales, fuera de toda explicación física como son comunes en películas de ciencia ficción o de las de Christopher Nolan, viajes chamánicos que está inscritas en la intuición femenina o por lo menos así lo revela la película. Este filme los viajes temporales nacen con los aromas que se encierra en los recuerdos, presentando una alternativa riesgosa pero encantador por parte de la directora que a su vez, como otros directores, se cuestiona sobre la "inocencia" de la preadolescencia que los adultos quieren ver como una época de buenos descubrimientos y amabilidad exagerada por parte de unos preadolescente que van reconociendo lo terrible o el horror que le deparará el futuro los mayores.


sábado, 9 de septiembre de 2023

TEXTO, CONTEXTOS Y PRETEXTOS DEL "caso rubiales".


Texto es una palabra que en primera instancia nos señala lo escrito, pero también algo cultural que nos saca de la idea de prehistoria. RAE define un texto como enunciados coherentes escritos u orales, curiosamente esta palabra tiene su raíz en el término téchne, de donde proviene nuestra idea de técnica y es el concepto central del cual parte las reflexiones sobre la belleza en las obras de Aristóteles. Texto implica verbos como tejer, urdir, bordar; artes que siempre han sido manejadas por manos femeninas desde la antigüedad, desde los gineceos, aquella estancia de las casas de la Grecia Antigua donde yacían las mujeres, las esposas, las hijas, las esclavas, casi siempre ubicado en un segundo piso, lugar prohibido para los hombres que no fueran del hogar. Fue en un gineceo donde Penélope paso modelando el mito de la esposa fiel, antítesis de Clitemnestra, incluso de Helena. Nuestra tejedora pasó veinte años encerrada, tejiendo y destejiendo un sudario para el padre de su esposo: Laertes, mostrándose además como una buena nuera, como lo fue Alcestis, o más recientemente como la nuera protagonista de Cuentos de Tokio de Yasujiro Ozu, que nos muestra que no importa la cultura ni la época que se vive, una buena nuera es fundamental para la consolidación de la familia (del esposo generalmente sino pregúntele a Alcestis). Penélope desde entonces, y en todos los cursos de literatura clásica, se ha visto como mujer sabia y respetada porque resolvió su problema desde la casa y no desde el ágora donde los hombres resuelven los suyos entre gritos y ostracismos. Aunque la obra de Homero habla de las penas y agonías de Odiseo, bien es cierto que no se comentan las de Penélope, solo algo se su angustia, de su espera, pero mostrando siempre una dignidad que le permitirá seguir siendo aceptada por la sociedad en la que se desenvuelve. Serán otras tejedoras las que recrearán los pretextos que en la actualidad los usamos como modos de esquivar "argumentativamente" responsabilidades o justificar alguna acción o situación en desventaja, porque nunca hallamos pretextos para nuestros éxitos. Los pretextos eran bordados que se hacían para colocarlos sobre otros tejidos y así identificar a grupos de personas, tenemos el ejemplo de las praetextas una larga toga blanca con orlas púrpuras que usaban los niños ciudadanos, es decir, los miembros de las familias patricias hasta sus diecisiete años. Con el tiempo comenzamos a usar el pretexto como una capacidad para justificar nuestros comportamientos, opiniones y acciones que en el fondo hacemos sabiendo que las realizamos malamente, porque muchas veces no nos detenemos a pensar como realizar algo bueno, nunca hallamos muchos pretexto al respecto.

Contexto es nuestra palabra estrella, es un término que se asocia con nuestra capacidad de entendimiento, de crítica, de sabiduría. Contexto se forma con la unión del prefijo con- (junto, completo) y textos (tejido o enunciados escritos u orales), es un termino necesario para comprender todas las partes que intervienen en una confección, en productos, en ideas, y con el tiempo, poseer elementos gnoseológicos con los cuales lidiar las escenas del mundo que nos rodean. Alguna vez leí en un texto de Ernst Gombrich, o por lo menos lo recuerdo así, una reflexión sobre unos miembros de alguna tribu aborigen, bien de Papúa Nueva Guinea, bien del Amazonas, viendo por primera vez un La Última Cena de Da Vinci. El crítico de arte reflexionaba que era posible que ni siquiera uno de aquellos observadores "exóticos" reaccionaran o le importara, esa situación se debía a la "incapacidad" de leer los contextos que conforman La Última Cena, como son sus símbolos, personajes, elementos teológicos, cristianismo, época, así como nociones preestablecidas tales como: la traición, el asombro, la resignación; es algo tan sencillo como no tener la capacidad de leer un texto cuyo idioma desconocemos. Planteaba Gombrich que uno de los problemas del arte es su legibilidad, ya que el mismo depende de los contextos y de la capacidad del lector de proveerse de otros contextos para entenderla. Así El Beso, no el de Rubiales con Hermoso, sino la obra de Gustav Klimt qué leemos: ¿una agresión sexual?, ¿un abuso de poder de un esposo, jefe o incluso hermano?, ¿una respiración boca a boca porque leemos a una mujer desfalleciendo?, ¿dónde están, en un cuarto con alfombra o en medio de un jardín mágico?, ¿la mano de la mujer trata de quitarse la mano del hombre que parece querer ahogarla, o desea su muerte por lo que pide que le apreté más? Así, dependiendo de lo aborigen, de lo estudiado, de tener raíces asiáticas o menonitas, haremos una lectura de la obra, por lo que dependerá de nosotros exclusivamente para comprenderla, y lo más importante, buscar los contextos que "completen" nuestra observación. Claro, "el beso", ahora sí el de Rubiales con Hermoso, no posee una intención artística que llame a realizar una hermenéutica por parte del observador para comprenderla, es una imagen propia de los medios de comunicación, sazonada con políticas propias de cada medio, es una foto desde el espectáculo para el espectáculo, de la fiesta del deporte, de captar lo efímero, es una foto como millones que en la actualidad saturan nuestros smartphone y sus memorias virtuales, por lo que de un tiempo para acá, la abundancia de imágenes que consumimos, nos hace perder nuestras capacidades de contextualizar ya que cada año aprendemos solo a reaccionar a la imagen, como animales acosados por nuestras memorias emocionales. 

Vivimos en una época donde la imagen devora los contextos, esa expresión de que una imagen dice más que mil palabras, es realmente su ilegibilidad, la falta de ortografía de la imagen para poder leerse, permitiendo a la imaginación, al mito, a los simbólos, posesionarse de la verdad, porque al final la verdad será aquello que cada uno podamos soportar y sazonar con nuestras lecturas de las cientos de imágenes que consumimos diariamente. La imagen sobredimensionada por sus múltiples lecturas generan fascinación, aquello que nos hechiza y nos hace creer que el mundo es mas ancho y profundo de lo que nos enseñan, pero la trampa es que la imagen permite descontextualizar, sobrecontextualizar o simplemente eliminar contextos y crear otros que permitan manipular a "iletrados" contextuales o muy letrados en ciertos contextos, por lo que a veces pienso que no nos están dando la bienvenida al desierto de lo real, sino a realidades sin contextos que, como cintas pornográficas, sólo hay repetición de placer en orgías orquestadas. 

El "caso rubiales", todo en minúsculas para quitar importancia, me parece una exageración semántica para explicar una situación, porque la palabra "caso" siempre la asociamos a una fórmula judicial, a una seriedad tribunalicia,  prefiero pensar el "caso" como una serie de acontecimientos, fatuos o infaustos, cuyo resolución fueran sanciones administrativas, una jalada de orejas, o reuniones entre los miembros a quienes les competen la situación del deporte para evaluar multas, pero ¿volver todo político?, ¿jurídico?, observar posturas inmediatas, no mediadas de comunicadores, entrevistadores, youtuberos, así como de producir miles de sentencias sin sentido y ciento de disculpas sin contextos, ahora todos piden expiación si se cuela un audio, una imprecación, un cansancio. Pareciera que viviéramos en un Medioevo sin Dios, donde Yolanda Díaz da el pregón para la fiesta, y el toro, la cabra, el cerdo o cualquier figura totémica deberá ser destrozada por las mutas que celebran fiestas saturnales fuera de época.  

Vivimos en un Medioevo sin Dios, porque los contextos los perdemos, nos cansa buscarlos, pensarlos, así estas sociedades se saturan de imágenes por lo que cada vez hay más consignas, ideologías, posiciones puritanas que dan las guías de lecturas de las imágenes; esto era normal en el Medioevo porque las personas eran mantenidas en la ignorancia, en el analfabetismo, fuera de las riquezas de los contextos culturales, el otro, lo distintos era malo por definición maniquea; ahora, los nuevos herejes, apóstatas y malditos nacen de una cultura de cancelación, de un nuevo tribunal inquisitorial, cuyos miembros son de una iglesia cuya única valía son las endebles vinculación con el poder político, que como todo poder político que busca su eternidad: surge, trata de mantenerse en el poder entre infamias, para luego entra en decadencia, a veces entre guerras, revoluciones y hambrunas.  

¿Fue un kiss? ¿Fue una agresión? ¿Fue algo mutuo? Sea cuales sean las lecturas, hay un sentir, una opinión de que lo ocurrido debe castigarse con años de cárcel: ¿años? Entonces serán siglos los castigos a terroristas, asesinos múltiples, destructores de países, sociópatas sin inmolarse. Pareciera que en España nadie besara,  nadie oyera bolero o reguetón, que nadie se descontrolara por chute de adrenalina a ver un gol de Iniesta o Carmona, que todos los españoles son seres puros, impolutos, tolerantes, pensativos, amables, hijos de Machado, Unamuno, la Pasionaria o Manolo el del bombo.  Pero quiero pensar que los acontecimientos del "caso rubiales" se pueden reducir a un sin sentido porque se "exige" una lectura, una interpretación, un contenido, cuando lo que no tiene es precisamente esos elementos, porque si lo tuviera, si fuera una "caso criminal de agresión sexual", lo único que me hace respirar y tranquilizar es lo viejo que estoy, ya no soy el adolescente que tuvo unos éxitos y cientos de fracasos besando a las chicas que me gustaban o pensaba que les gustaba, besos que eran recibidos o rechazados, propio del aprendizaje de la galantería en los que me iniciaba, y que exigía errores típicos de todo aprendizaje empírico. Menos mal, y toco madera, que aquellas chicas que ahora son mujeres, casi todas casadas, con hijos, profesionales y risueñas, amigas algunas, nunca me acusaron por mi buen o torpe galanteo, por lo que ahora puedo escribir estas opiniones desde mi casa, con mis gatos y viendo el jardín, sino quizás estuviera en una cárcel cumpliendo una larga sentencia como acosador sexual, por haber dado quizás media docena de besos e introducir mi lengua en una cavidad bucal sin los permisos correspondientes. Así que entiendo a una juventud que prefiera explorar los catálogos de las Web pornos, estar en una zona segura como es habitar dentro de cuatro paredes sentados frente a una pantalla, en lugar de conjugarse con los contextos de la realidad, de expandir sus conciencias en el mundo, aunque omitan racionalmente que el mundo siempre será un obstáculo y por ende dolor porque no somos mundo sino conciencia precisamente, de interactuar diariamente con la presión de ver millones de videos sin tiempo para discernir los contextos, pero a los que se les exigen reaccionar, marcar en la Web sus visionarios, de dar a la campanilla o al like y demostrar así, juntos a las decenas de selfies que subirán a sus redes sociales sus existencias; pero no comprendo la miseria humana que hay detrás de los absolutismos ideológicos, que vuelven todo, absolutamente todo, en discursos políticos, hasta decidir cuál tipo de sopa debe preparar la sociedad, y ser ellos los únicos que acuñen soluciones, a través de los partidos o líderes iluminados con un poder contextualizar divino. Así que prepararé mi sopa de rabo con verduras ante de que sea un crimen capital.