viernes, 13 de enero de 2012

MI AMIGA JAPONESA Y LA TESIS SOBRE EL CUENTO DE RICARDO PIGLIA



Piglia viendo lo que está debajo de la línea de flotación del iceberg de Hemingway
En su Tesis sobre el cuento, el escritor argentino Ricardo Piglia plantea que todo cuento relata dos historias, y es en el cruce entre esas dos historias en donde se encuentra la paradoja que tensa el relato. Es decir, una historia no se entiende sin la otra. La teoría de Piglia se relaciona con la teoría del iceberg postulada por Hemingway: un cuento no debe contar más de lo que cuenta. Por su parte, para sostener su tesis, Ricardo Piglia se apoya en una entrada del diario del escritor ruso Chejov: “Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida”. Es decir, según Ricardo Piglia, un cuento se basaría en una paradoja: contra toda previsión, en lugar de aprovechar del millón ganado en el casino, el protagonista de esa historia propuesta por Chejov se suicida, pero dicha historia no fue escrita.
El verdadero final del cuento de Chejov nunca escrito.
En esta época de frío, viendo televisión o leyendo, o escuchando un jazz, le comento a Mi Amiga Japonesa la Teoría del Cuento de Piglia. Ella la literatura le atrapa igual que la final de la Champions League, es decir: nada. Ella disfruta sus bolitas de harina de pescado relleno de pulpo 『たこ焼き』 o se dedica a saborear una cazuela de invierno, con algo de carne, hongos, algas, cebollas, y otros artilugios de la cocina japonesa y que llaman nabe『鍋』o devorando conmigo algún bollo chino que nos han regalado los vecinos o algún amigo『中華まん』es decir, esta época es como cualquier parte del mundo, de engordar y dejar pasar las cosas, además que yo acompaño toda estas historias gastronómicas japonesa con vino. Pero incité a Mi Amiga Japonesa a que tratara de escribir un relato, que le diera coherencia y sentido a partir de la entrada de Chejov, y luego de varias preguntas y discusiones me entregó este pequeño relato.
Algunos cuentos sin desarrollo literario en templos japoneses
26 才のナンヤロウは問題を抱えていた。ある日彼は絶望に満ちた人生を変えるために、カジノに行くことに決めた。
持っていた1万円で運試しにトランプをすることにした。
その晩、彼は5千万円を手にすることにったが、幸運はやってこなかった。帰り道に、甘栗を食べている老婆を見かけた。彼女は真冬だというのに服を着ていなかった。裸でからの鞄を持って家についた。老婆は何か絶望に関する大切な事を言った気がした。そしてガレージへ行き、窓や扉を全て閉めてBMWとベンツとフェラーリのエンジンをかけた。今度こそは幸運がやってくる事を願って

Una amiga ayudándome a traducir el cuento de Mi Amiga Japonesa
Erase una vez Nanyaro que tiene 26 años y sufría por un problema. Un día decidió ir al casino para cambiar su vida deprimida. Sólo tiene 10.000 yenes y juega las cartas para llamar a la suerte. Al final de la noche, descubrió que tenía 50.000.000 de yenes, la suerte no vino. Yendo a su casa, vio a una viejita comiendo castañas caliente en pleno invierno, pero ella iba desnuda. Llegó a la casa sin dinero y desnudo, y al sentir que sólo la vieja le había dicho algo importante sobre la depresión, decidió ir al garaje, cerrar todas las ventanas y puertas, prender su BMW, Mercedes y Ferrari y esperar que esta vez la suerte llegara.
Mi Amiga Japonesa oyendo la traducción del cuento mientra ve unos pensamientos de Confucio 『孔子
Al principio ella hizo esfuerzos por explicar por qué escribió el cuento así, y luego descubrí que ella sólo siguió las pausas que le propuse de romper cualquier lógica, explicaciones y si era posible intuiciones. Yo le comentaba que no era importante definir las cosas, que pensara sólo los hechos y los expresara. Creo que el resultado no es malo, aunque admito que duró mucho para darle un sentido al final -dos noches oyendo música en nuestra sala de estudio-. Ella me miraba algo preocupada porque estaba la palabra suicidios como colofón, y me comentó varias veces de por qué se suicida el personaje. Yo le decía que era literatura, que no era realidad, pero es que pensar el suicido en Japón, es pensar un elemento cultural antiguo y que no es fácil de entender desde nuestra visión, ni leyendo libros que lo clasifique y desmenuce, como el libro El Suicidio de Émile Durkheim y que dentro de esta cultura tendría algunas fallas conceptuales.

La muerte siempre tiene un toque erótico como esta escultura que vi en el cementerio de San Paulo
El problema del cuento de Piglia, a principio fácil para una clase de ejercicio literario, se transforma en un núcleo morboso y de obscenidad profunda y erótica cuando lo piensa Mi Amiga Japonesa, porque quizás Japón, un país suicida por excelencia, siempre busca evitar el tema concretamente, profundamente. Así como en Venezuela siempre había alguien que conocía y que había sido robado, atracado, o conocía a alguien a que un amigo o familiar había sido asesinado o secuestrado; en Japón alguien siempre conoció o sabe de alguien que se ha suicidado. Dos formas de violencia, una externa otra interna, ambas censuradas, ambas generan rupturas en la familia, en los sentimientos, en las compresiones. 
Mujer caminando por cementerio japonés
El cuento no explica en el fondo por qué alguien se suicida, porque quizás no hay razones; hay emociones, sentimientos, confusiones y donde un gozo irracional hacia la muerte es necesariamente  líder del proceso, así que no hay argumentos que pueden reformar la decisión de suicido, pero tampoco para apoyarlo. Así como no hay argumentos en contra de los robos estúpidos o de los asesinatos, que como todo asesinato es innecesario, y no hay argumentos para cambiar la actitud del malandro que descarga una arma sobre un inocente sólo porque éste le miró feo. Sé que Mi Amiga Japonesa ha visto un suicidio, sabes de personas amadas que se han suicidado, pero nunca lo comenta, son fantasmas que la rodea, por lo que en algunas noches su dentadura a veces tiembla. Yo la veo y sé que tengo límites para acceder a algunos cuentos que todos desarrollamos y nunca contamos.  
Siempre me ha gustado terminar el cuento de esta mujer



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